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BeReal, be authentic: identidad condicionada

  It soon transpired that the real problem is not how to build identity, but how to preserve it; whatever you may build in the sand is unlik...

 

It soon transpired that the real problem is not how to build identity, but how to preserve it; whatever you may build in the sand is unlikely to be a castle. (Bauman, 1996, p.23).

Foto creada con Dall-E 3

La identidad humana es un constructo complejo y multifacético. En el siglo XXI, existen dos representaciones de identidad: la digital y “real”. A esta dualidad, Zygmunt Bauman la conceptualiza como identidad líquida.

Far from identity disappearing in contemporary society, it is rather reconstructed and redefined. (Kellner en Bauman, p. 18)

Actualmente, las redes sociales fungen un papel importante en la construcción de la identidad digital, favorecidas por su carácter multimediático. Las plataformas permiten subir contenido distinto, obligando a los usuarios a adaptar su presencia digital. Cada una prioriza cierto tipo de contenido y otorga cierta perspectiva de la realidad.

A este enfoque se le conoce como framing, y consiste en sentar los parámetros desde los cuales el contenido es o no relevante. En algunas plataformas se busca mostrar una imagen que nos favorezca. Este constructo es aspiracional y superficial, y, por lo tanto, efímero y replicable.

BeReal: En búsqueda de lo auténtico

Hablando específicamente de BeReal, la red se vende a sí misma como una alternativa orgánica para el usuario, utilizando la cotidianidad como distintivo. Esto se logra a través de publicaciones que permanecen en la plataforma durante 24 horas. Sin embargo, esta “imagen orgánica” es apenas un vistazo del día a día de la persona, y sigue estando encuadrada tanto por las expectativas de otros usuarios como por las limitaciones del dispositivo.

¿Es posible construir una identidad real en un par de imágenes diarias?

 

Foto creada con Dall-E 3

La misma tecnología nos pide seguir alimentando la identidad digital a costa de la real, pese a que, en principio, la digital surge como su extensión. BeReal demuestra este paradigma al obligarnos a ser prosumidores; es decir, publicar para poder consumir el contenido de los demás.

La identidad del otro se vuelve dependiente de que nosotros reafirmemos primero la nuestra. ¿Cómo se da esta reafirmación? Creando un sistema de codependencia. BeReal va un paso más allá, adaptando nuestra visión de la realidad y nuestros hábitos a las condiciones de la plataforma.

Publicar primero, existir después

A partir del surgimiento de este sistema, podemos suponer que esta visión adquirirá mayor presencia en la siguiente década, cambiando la forma en la que el ser humano se relaciona con los otros y consigo mismo a partir de su participación en el mundo digital.

La IA ChatGPT ofrece esta explicación al respecto sobre el fenómeno: Las relaciones mediadas por aplicaciones como BeReal plantean inquietudes significativas sobre la autenticidad y la privacidad. La dinámica de "compartir primero, ver después" podría amplificar la presión social y erosionar la espontaneidad genuina, dando paso a una representación más calculada de la realidad. Además, la imposibilidad de acceder al contenido de otros sin compartir crea un entorno potencialmente coercitivo, donde la intimidad se ve eclipsada por una exigencia digital, planteando desafíos significativos para la verdadera conexión humana.

En un mundo que reduce a los usuarios a datos, tener presencia en línea es sinónimo de existir.

El problema de centrar nuestra identidad en las redes sociales es que borrarla compromete nuestra existencia. Si perdemos nuestra identidad digital, ¿perdemos la “real”?


Referencia

Bauman, Z. en Hall, S., & Du Gay, P. (Eds.). (1996). “From Pilgrim To Tourist - or a Short History of Identity” Questions of cultural identity: SAGE Publications. Sage.


Gina Camargo, José Carlos Franco, Juan Pablo González y Verónica Pedroza

(594 palabras)

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