AMOR EN TIEMPOS DE COVID

 

ANA FERNANDA GARDUÑO 

MARÍA FLORES CORDERO

SANTIAGO AMPUDIA TÉLLEZ

¿Cuántas relaciones en estos tiempos se rompieron? ¿Cuántas relaciones iniciaron? ¿Realmente se necesita conocer  de manera física para entablar una relación afectiva? 

Este año lo empezamos como todos los años, con nuestros seres queridos gritando ¡Feliz Año Nuevo! y celebrando que el 2020 sería sensacional, lleno de nuevos retos y oportunidades para todos. Sin embargo, en los primeros meses del 2020, lo inesperado azotó a todo el mundo: una terrible pandemia, de las peores desde la de la gripe española a principios del siglo XIX, y nos vimos obligados no sólo a dejar los planes y los sueños atrás, sino también toda nuestra interacción social con el objetivo de priorizar nuestra salud y la de nuestros seres más cercanos y queridos. 

Vivimos en un mundo donde todo lo que hacemos y por donde interactuamos es a través del celular, a veces aunque estemos sentados junto a una persona ya sea querida o no, no le prestamos la atención correspondiente por estar metidos en las redes sociales. No es de extrañarse, puesto que las herramientas ofrecidas por las aplicaciones y el internet son mucho más fáciles de usar, apuntan a nuestros gustos e intereses y evitan todas las problemáticas que las relaciones en persona pueden traer consigo. 

A pesar de ello, las relaciones en persona siguen siendo esenciales para casi todas las personas, pues la red y las relaciones por internet no pueden brindar afecto físico, no se puede entablar un nivel de intimidad tan grande ni se puede conocer en su totalidad a la otra persona. Es por ello, que la pandemia de COVID19 ha tomado a la gran mayoría de las personas por sorpresa y les ha generado ansiedad al no poder interactuar con las personas, ni reunirse con amigos o familiares, ni conocer a gente nueva. Sin mencionar, que la cuarentena duró más de lo que todos esperábamos, de estar encerrados nada más 40 días, podríamos decir que ya llevamos más de 200 días, para mucho sólo iba a ser un descanso unas ligera vacaciones, en donde no ver a más personas de las que viven en tu casa ni se nos cruzaba por la cabeza.

Es por ello que, durante estos tiempos de confinamiento y distanciamiento social, así como el miedo a relacionarse físicamente con otros, muchas personas han decidido descargar y utilizar plataformas que permiten conocer gente nueva. En esta ocasión nos vamos a centrar en un fenómeno que se ha visto en estos tiempos: los cambios radicales que han tomado las relaciones, desde conocer a otra persona, la formación de compromisos o la ruptura misma. .

Todos somos testigos de que los anillos están al 2x1, varios conocidos han decidido comprometerse a media pandemia, cosa que es de llamar la atención, pues uno pensaría que con la crisis económica, lo último en lo que alguien pensaría es en gastar en un anillo, fiestas, bodas, vestidos, por mencionar unos cuantos. Pero sí es algo que se ha visto en estas fechas, tal vez tratando de recuperar algunos vestigios de la vieja normalidad, como manera de lidiar con el estrés o simplemente el deseo de mantener las cosas como están. 

Por el otro lado muchas relaciones que llevaban años juntos, han terminado. Probablemente esto se deba a la convivencia extrema que el confinamiento ha generado. Esta saturación de la pareja demostró en muchos casos, que no estaban hechos “el uno para el otro”, evitando una ruptura más fuerte en el futuro, como podría ser un divorcio, demostrando así que un problema del confinamiento no sólo es la falta de vida social con aquellos que están lejos, sino también el exceso de interacción con aquellos que están cerca de nosotros. 

Pero hablando directamente de las aplicaciones, el juego ha cambiado definitivamente pero no como se esperaba. Es natural pensar que, aplicaciones como Tinder o Bumble, al ser medios sumidos 100% en la virtualidad tendrían un alza gigantesca durante tiempos de pandemia; aunque la realidad, según diversos medios, cuenta otra historia que es mucho más compleja de lo que se cree, ya que se entrelazan muchos más factores que simplemente “salir en línea durante el confinamiento social”. Por esto, es importante recordar que las aplicaciones de citas generalmente tienen el objetivo de ser el intermediario que rompe el hielo con las personas para que después estas vayan a conocerse en persona. 

Cosa que en tiempos de COVID 19 es imposible e irresponsable. 

Incluso cuando apenas surgían los primeros casos, las aplicaciones de citas ya se adelantaban a los tiempos difíciles por venir al abrir funciones como citas virtuales a través de video-cámara o el conocer a gente de cualquier parte del mundo, como es el caso de Tinder, donde, a pesar de mantener aún un público cautivo, se descubrió que menos gente descargaba la app y comenzaba a usarla, lo cual, por supuesto, es profundamente negativo para el negocio y para mantenerse a flote durante y después de la pandemia; por lo que estas empresas están profundamente preocupadas, sobre todo tomando en cuenta el hecho de que sus estrategias nuevas no parecen estar funcionando. 

A pesar de que páginas como MarketPlace tienen otro tipo de información (pues la plataforma afirma que por el contrario, las plataformas de citas han crecido durante el confinamiento); no hay duda alguna de que sea como sea, las citas, tanto en persona como en línea, nunca volverán a ser lo mismo, incluso si logramos volver a algo que se acerque a la vieja normalidad, pre pandemia de COVID19. No hay demasiadas teorías lejos de aquellas conspiranoicas centradas alrededor de todas las personas viviendo en una distopía encerrados en burbujas particulares e interactuando y reproduciéndonos a través de telepatía u otras cosas, pero si sabemos que, al menos durante todo 2021, 2022 y lo que queda de 2020, deberemos ligar, interactuar e intimar con mucho cuidado. 

Por otro lado, un aspecto que si preocupa a las empresas desarrolladoras de software de citas es el bajo ingreso que han recibido de sus servicios premium, como es en el caso de Tinder; fenómeno que se adjudica a los graves problemas de desempleo que la misma pandemia ha causado. Es por ello que sus desarrolladores buscan nuevos servicios de paga que no se centren solamente en organizar salidas a lugares físicos, sino que las apps de citas puedan convertirse también en lugares donde la gente se reuna de manera online. 

El rápido desarrollo de la vacuna nos tiene mucho más calmados a todos y promete poner fin a una pandemia para la que nadie, excepto unos pocos países, estamos preparados. Sin embargo, la revolución virtual probablemente esté aquí para quedarse, pues ha facilitado mucho las cosas para diversos negocios, empresas e incluso escuelas. No es de extrañarse entonces que en un futuro no muy lejano veamos cómo estas aplicaciones se convierten en un estándar si es que se quiere salir con alguien, y cómo universidades, centros de trabajo y redes sociales implementan funciones de interacción en línea. 

Hay que mantenerse al pendiente para ver qué es lo que dejará el futuro para las aplicaciones de citas y para las citas y reuniones en general. El mundo post-covid parece estar cerca, pero a pesar de ellos aún quedan muchas preguntas por responder: ¿Será igual que antes? ¿Seguirán las medidas de interacción a distancia? 

Y sobre todo: ¿Cómo conoceremos, amaremos, y cuál será el papel de la tecnología en todo esto?