Nuevo Orden: ¿el cine carga ideología?

• El 22 de octubre salió en cines la nueva película de Michel Franco, Nuevo Orden, y se estrenó en 2,000 salas.
• Las reacciones del público han sido muy polarizadas: defienden la película o la destrozan.
• ¿Toda pieza artística trae consigo ideología aunque no pretenda hacerlo?

El póster original de Nuevo Orden (2020)

Hace unos semestres llevé una clase que tenía como premisa que todo (sí, TODO) es propaganda, por lo que todo es político. ¿Y cómo va esa frase? Lo personal es político. Recientemente he visto memes que tienen como discurso que puedes, o no, llevarte con una persona sin importar sus creencias políticas--pero no, no puedes. Si te llevas con alguien con conductas con las que no estás de acuerdo, es un poco contradictorio, porque como decía, lo personal es político.

Este asunto de los memes me lleva a la siguiente afirmación: todo producto mediático es político. Pero veámoslo más a fondo: no, Bob Esponja no te dice "¡Vota por Biden!", pero sí carga cierta ideología. De mis ejemplos favoritos es la saga de Rocky: en Rocky IV, producida durante la Guerra Fría, Rocky Balboa el héroe americano va a la Unión Soviética a boxear con Ivan Drago, el ruso más ruso que he visto en mi vida. ¿Ya vieron? No es solo un boxeador contra otro boxeador, es una ideología contra otra, es capitalismo contra comunismo, es el equivalente fílmico a la carrera espacial. 

Cuando salió Parásitos (2019) en cines a principio de año, recuerdo las reacciones de mis conocidos--y las mías. No podíamos creer que algo hecho en Corea del Sur era tan cercano a la realidad mexicana, y el mismísimo director Bong Joon-ho lo dijo, y parafraseo: creyó estar retratando una realidad muy suya, casi costumbrista por así llamarla, y en todo el mundo la gente se identificó y se relacionó con los personajes. El arte carga consigo muchísima ideología y mensajes aunque no lo pretenda. 

Ahora, México. El jueves 22 de octubre se estrenó la nueva película de Michel Franco, Nuevo Orden (2020), en 2,000 salas y aunque su contenido es súper polémico--ahorita llegaremos a eso--, las reacciones lo fueron aún más. Los comentarios que podemos encontrar en el trailer son evidencia de esto, y cito los más populares: 

"El pobre es pobre porque quiere: la película"

"La gente morena no es buena, Jesús era blanco: la película"

"No me imaginaba que el AMLO iba a tener un impacto psicológico tan grande en los whitexicans"

(Aquí quiero hacer un pequeño paréntesis para decir que Michel Franco dijo que el término "whitexican" es "profundamente racista", y terminó disculpándose unos días después. ¿Es posible separar al autor de su obra? Woody Allen tiene una opinión al respecto.)

La película trata sobre un futuro distópico, no muy lejano al presente, en el que manifestantes interrumpen una fiesta de la clase alta y estalla una lucha entre clases, que deriva en un violento golpe de estado militarizado, en el que los barrios populares están bajo toque de queda y las clases altas se refugian en sus casas de fin de semana. También hay secuestros, balazos, corrupción, ya saben.

Michel Franco, director y guionista, dijo que "nunca piensa en términos de mensaje cuando escribe una película", pero en otra entrevista dijo que con Nuevo Orden quiere generar cambio. En general, lo que vemos en la película y lo que dice el director en entrevistas no es muy coherente (en este video lo explican muy bien). Él dijo que quiere pedir una mejor sociedad donde todos tengamos las mismas oportunidades--no sobra decir que en México hay una gigantesca desigualdad económica. Aquí les dejo un artículo con algunas estadísticas--, y que si no cambiamos para bien, podríamos terminar como en Nuevo Orden; sin embargo, en la película se le castiga a quienes tienen un nivel socioeconómico más bajo, y los que tienen uno más alto son los "buenos", los generosos y amables. Esto no lo dije yo, lo dijo Franco Zámeh. 

Gaby Meza de Fuera de Foco dijo que la incoherencia entre todos los premios que ha recibido Nuevo Orden, como en el Festival Internacional de Cine de Venecia, y el rechazo de la misma sociedad que retrata nos habla de la suma importancia del contexto. ¿Es una película mexicana para mexicanos? ¿Para la minoría que retrata? ¿O para extranjeros que desconocen la realidad mexicana?

Michel Franco con su León de Plata en Venecia.

Claro que hay quienes han defendido la película, como Fernanda Solórzano de Letras Libres, que dice en este video que no podemos juzgar una obra en su parcialidad, o sea, no podemos criticar después de solo ver el trailer o pasará lo mismo que con Cuties (2020), en la que la directora Maïmouna Doucouré quería hacer una crítica a la sexualización de niñas (en la película tienen más o menos 11 años), y muchas personas, medios y críticos la acusaron de retratar pedofilia y explotación infantil después de que Netflix sacara un póster que terminó retirando.

Izquierda: el póster original que se retiró; derecha: el póster con el que se sustituyó.

La comparación es un poco cuestionable porque toda obra artística depende de la interpretación y representación, y en realidad solo son dos casos en los que al director se le salió de las manos la crítica, y quizás un focus group antes de sacar el trailer de Nuevo Orden y el póster de Cuties hubiera sido muy beneficioso. 

Leonardo García Tsao también dijo que Nuevo Orden no es una película clasista; es sobre clasismo y definitivamente toca un nervio muy incómodo de una manera muy provocadora, por lo que es inevitable que sea polémica desde su estreno.

Entonces, volviendo al contenido de Nuevo Orden, Gaby Meza dijo que el mensaje con el que ella se quedó--aparte de la incoherencia de la que hablé previamente entre la película y lo que dijo Franco--fue el peligro de un país militarizado, ya que se retrata a los militares como abusivos, violentos, prepotentes, en fin, todo lo malo y más. 

Franco también afirmó que "todo esto puede ser un espejo para la sociedad mexicana" y también que "el mejor cine es el que ayuda a transformar a un país" en una entrevista con LA Times, y que en la película "nadie gana", lo cual habla de que sí piensa sus guiones en términos de mensaje, contrario a lo que dijo en un principio. Es imposible retratar un levantamiento social y llamarlo distópico sin pensar en lo que causará en la audiencia, menos cuando pretende mostrar "una ficción necesaria", como dice el trailer. 

Este fin de semana se anunció que Ya no estoy aquí (2019) será la película que representará a México en la próxima edición de los Premios Óscar, y en Twitter las reacciones fueron muy similares a las que ya habíamos visto en los comentarios de YouTube. Este tuit, por ejemplo, dice que con ver el trailer de Nuevo Orden ya viste la película y hace crítica a los whitexicans, o este otro que dice que Shrek Tercero retrata mejor la disparidad, marginalidad e invisibilidad de las clases sociales que Nuevo Orden. Como decía en un principio y lo reitero, la mayoría de las personas que han tuiteado o comentado sobre la película, lo han hecho de manera negativa, haciendo críticas feroces a una obra que pretendía ser la crítica. 

Aunque quizás falló en su cometido, Nuevo Orden ha dado lugar a que discutamos temas muy, muy importantes en México--y en el mundo--actual, donde la desigualdad económica es cada vez más grande y más difícil de revertir, y en donde el racismo es cotidiano o no cuestionado, sin importar si la película lo es o no.

Nos guste o no, estemos de acuerdo o no, es valiosísimo tener espacios para discutir, para quejarnos, para exponer lo que no nos parece y discernir entre lo que nos aporta y lo que no, porque como se mencionó, todo producto mediático carga una ideología consigo por más que lo batalle, y sí, en el caso de Nuevo Orden el discurso es un poco confuso, pero debemos tomar todas las oportunidades que tengamos para cambiar un poquito la sociedad en la que vivimos. 

Por Julia Arena, Andrea Morlote y Mariana Ramírez

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