El presidente Donald Trump ha demostrado que la psicopolítica ha sido de las herramientas más efectivas que ha utilizado su administración.
Los discursos de Andrés Manuel hacia la gente suelen cumplir con el requisito de ser ideológicos y propositivos, creando en algunos espectadores emociones como simpatía y aceptación.
El matrimonio controversia de Samuel García y Mariana Rodríguez va más allá del marketing político, sino de una nueva manera de hacer comunicación política que consiste en adentrarse poco a poco en el state of mind de la población.
Psicopolítica en el mundo
La nueva técnica de poder de la sociedad actual, la psicopolítica, ha fungido como una de las herramientas más importantes para poder evitar los pensamientos individualistas dependiendo de los objetivos de la persona que quiere ejercerlo como herramienta para persuadir a un grupo de personas.
Se ha utilizado a lo largo de los años, para poder jugar con la mente de distintos grupos de personas en la toma de decisiones de todo tipo, aunque las más comunes han sido para situaciones de política.
Prácticamente se ha llamado como un lavado de cerebro actual, en el que las personas no se dan cuenta que están siendo sometidas a una toma de decisiones basada en sus preferencias y dirigiendo campañas o publicidad especial para cada uno de los perfiles creados por algoritmos especializados.
Se dice que es la psicología de las multitudes, esto gracias a que se ha logrado que miles de personas cambien o se inclinen mucho más a la hora de tomar una dirección en cuanto a política. Muchas personas alrededor del mundo probablemente ni siquiera se den cuenta que están siendo sometidas a un tipo de “engaño”.
Fue hasta las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 cuando distintas investigaciones concluyeron que el ahora presidente de Estados Unidos Donald Trump, pagó más de cinco millones de dólares a la empresa Cambridge Analytica para que se crearan campañas publicitarias basadas en los diferentes algoritmos que se tienen en las redes sociales de los estadounidenses, esto con el fin de que se creen perfiles de personalidad de diferentes tipos de de personas dentro de una sociedad, así es más fácil que la empresa desarrolle campañas en las que sabe los gustos de las personas y por donde las pueden llegar a persuadir y que de esta manera voten por cierto candidato o partido político.
Aunque la empresa ha dicho en repetidas ocasiones que ellos no muestran ejemplos de campañas en proceso o que se están llevando a cabo en ese momento, no significa que no sean efectivas. Sin embargo, mencionaron que no aseguran al cien por ciento que la inversión que hace en la creación de los perfiles de personalidad creados para cada una de las personas expuestas a la publicidad sean cien por ciento efectivos, si ayuda a que comiencen a ver a un candidato o un partido político cuando ni siquiera estaban en la mira de los ciudadanos.
Muchas personas se han proclamado en contra de estas ideologías ya que dicen jugar con la información que cada persona comparte en la web; el presidente Donald Trump ha demostrado que ha sido de las herramientas más efectivas que ha utilizado su administración.
El gobierno actual de México
Como ha sucedido a nivel internacional en México, el actual gobierno también se ha servido de esta “herramienta” para llegar al poder y convencer a sus seguidores –a través de las emociones– que sus decisiones son correctas. Esto se puede observar durantes sus ruedas de prensa matutinas (las mañaneras) que no ha dejado de hacer desde el día uno que fue electo. Durante estas conferencias, más que rendir cuentas, lo que López Obrador hace es ofrecer una serie de datos irrelevantes que desvían la atención de sus seguidores y de la opinión pública a temas superficiales como la rifa del avión presidencial.
Es normal que el actual presidente mexicano utilice frases que exaltan su carácter y su forma de gobernar, creando descontento en algunos y simpatía en otros, logrando con esto una polarización que respalda su mandato. Frases como “yo tengo otros datos” cuando se le cuestionó sobre la creciente tasa de asesinatos o “me canso ganso” durante su toma de protesta, son las que lo mantienen activo en redes sociales con los memes y le permiten controlar la agenda.
El rol de la psicología y de la percepción es de suma relevancia en la política mexicana, teniendo un historial presidencial donde tenemos a Vicente Fox que ganó por hacer lo que se le diera la gana, teniendo otro presidente electo solo por su físico enalteciendo su ignorancia, que hacía que algunos se identificaran con Peña Nieto únicamente por no hablar inglés. Hasta llegar al actual presidente que ha tomado la presidencia como un capricho, mostrándose cercano al pueblo por hablar como ellos y dando gusto a sus seguidores no por su buena gobernanza, sino por expresar su resentimiento social.
Es fácil reconocer que los asesores políticos de AMLO y él conocen muy bien las teorías de comunicación política y dominan la psicopolítica poniéndola en práctica de una forma casi magistral y convirtiéndose en su mejor herramienta. Los discursos de Andrés Manuel hacia la gente suelen cumplir con el requisito de ser ideológicos y propositivos, creando en algunos espectadores emociones como simpatía y aceptación. Sus discursos mediáticos son persuasivos, haciendo que se hable de lo que él quiere y no de lo importante. Finalmente, a pesar de sus adversarios, logra reforzar la creencia en su gobierno y siempre mueve la fibra de las emociones de quienes lo escuchan, ya sea que lo odien o lo amen.
El marketing de la emoción del "senatore" neoleonés
El meme de octubre de este año fue el de la frase “fosfo fosfo”. Seguramente has oído o visto esta expresión tanto dentro como fuera de Internet. Se trata de una nueva manera de ignorar a las personas, y surgió por un video que se hizo viral de la influencer Mariana Rodríguez y su esposo Samuel García, senador de Nuevo León y posible candidato del partido Movimiento Ciudadano a la gubernatura de dicho estado en 2021.
El año 2020 ha sido un año de constantes polémicas del político regiomontano, todas ellas ocurridas, y posteriormente comentadas y criticadas, en redes sociales. Mucha gente lo tiene “cancelado”, sobre todo las mujeres, porque ha demostrado en varias ocasiones su machismo y misoginia internalizada. Sin embargo, a pesar de esto, es el candidato que encabeza el posicionamiento en redes sociales. Suena contradictorio, ¿no es así?
El primer escándalo del año fue su boda en plena pandemia. A pesar de que la cuarentena en México inició el 16 de marzo en las escuelas y oficialmente el 23, Samuel García y Mariana Rodríguez decidieron continuar con los planes de su casamiento el 27 de marzo.
Poco tiempo después sucedió el comentadísimo momento en que García mostró su machismo en todo su esplendor. El 10 de agosto, Mariana y Samuel hicieron un video en vivo de Instagram, cada quien en un cuarto diferente, pues ella dio positivo a COVID-19. Mientras comían costillas sentados en el piso, Samuel le exigió a su esposa acomodar su celular, pues aseguró que “estaba mostrando mucha pierna”.
A principios de septiembre, Mariana fue muy criticada por invitar a las mujeres a tomar un curso para aprender y perfeccionar la técnica de la realización de labores del hogar. Para aminorar un poco el machismo que también replicó su esposa, García publicó en su cuenta de Instagram un par de fotos suyas planchando una camisa, asegurando que aprendió a hacerlo gracias a que tomó el curso, e invitó a todos los hombres a tomarlo también.
Se podría fácilmente argumentar que todos estos escándalos han sido traspiés en la carrera política del “senatore” –como él mismo que hace llamar–, pero puede ser que esos tropiezos no hayan ocurrido de manera accidental.
Es muy plausible que cada polémica haya formado parte de una estrategia bien planeada y calculada por parte de su equipo de comunicación e imagen pública. Puede ser que Samuel García conozca las redes sociales tan bien que parezca que no sabe utilizarlas. El matrimonio controversial va más allá del marketing político, sino de una nueva manera de hacer comunicación política que consiste en adentrarse poco a poco en el state of mind de la población.
El equipo del emecista entiende a la perfección lo que el filósofo Byung-Chul Han establece sobre el marketing de la emoción: sabe cómo mover los sentimientos de sus seguidores y no seguidores, apelando desde a la furia y el odio hasta las risas y ganas de hacer memes y stickers. (1434)
Escrito por: Sandra Sotelo, Grisell Téllez y Daniela Domínguez
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