- El feminismo vía redes sociales ha ido creciendo exponencialmente su presencia, impulsado en su mayoría por magno-movimientos sociales de forma virtual.
- Estos espacios son actualmente foros de discusiones, de acompañamiento emocional y de constante generación de iniciativas, haciendo más fuerte al movimiento y difundiendo sus ideales.
- La denuncia pública ha fungido un papel importante dentro de la creación de espacios seguros donde hacer comunidad.
¿De dónde surge?
Me Too fue un movimiento iniciado originalmente en 2017 a través de las redes sociales, principalmente por medio de twitter. Surgió a raíz de los múltiples casos de acoso sexual y otras agresiones que salieron a la luz acusando al productor de cine Harvey Weinstein.
A partir de ahí, muchas más mujeres se inspiraron a hablar públicamente sobre los abusos que habían sufrido, dando lugar a un gran número de denuncias vía redes como nunca antes se había visto. Múltiples nombres conocidos en las industrias de cine, televisión y música salieron a la luz, atrayendo tanta atención por parte de los usuarios de las redes que muchos casos resultaron al menos en el despido laboral, en aquel momento, de aquellos acusados.
El Me Too mutó en varios formatos, se hicieron hashtags de búsqueda en diversos y específicos gremios laborales, escolares y a nivel personal, al grado de convertirse en símbolo de unidad entre aquellas que habían sido agredidas de alguna forma física, psicológica y/o sexualmente. Sin embargo el movimiento no quedó ahí, comenzó a agarrar cada vez más fuerza, trayendo un grandísimo impacto en latinoamérica también y siguiendo este patrón de denuncia.
Cabe mencionar que este movimiento no fue simplemente recibido con los brazos abiertos, había quienes clamaban que el Me Too era una estrategia para “cancelar” a figuras públicas, puesto que resultaba muy sencillo generar una denuncia anónima que fuera mentira o que no pudiera ser comprobada. No obstante también estaban quienes argumentaban que las denuncias con una firma podían significar un mar de potenciales agresiones virtuales y reales a quien denunciaba, y que de ahí venía la importancia de protegerle.
A la par de esto, el movimiento feminista en latinoamérica también estaba creciendo potencialmente, siendo Chile, Argentina y México los principales países generadores de conversación al momento. Con el paso de los años el número de registro de asistentes a la marcha del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, era cada vez mayor. Los colectivos buscaban causas comunes: marchar por aquellas que ya no están, quienes fueron víctimas de los alarmantes y numerosos casos de feminicidios que al menos en latinoamérica iban en aumento.
La denuncia pública en espacios estudiantiles
Conforme la ola feminista hacía cada vez más ruido, se buscaban nuevas formas de seguir difundiendo el movimiento. Una de las iniciativas con mayor impacto en México fueron los tendederos de denuncias, los cuales fueron iniciados en 2018 por estudiantes de la UNAM y diversos planteles de la misma. Ante el resultado, múltiples universidades públicas y privadas replicaron el tendedero como lo fueron el IPN, el ITAM, el Tec, La Ibero, entre muchas otras.
Los tendederos fungieron como un método de denuncia de actos violentos por parte de servidores administrativos, profesores y alumnos hacia mujeres dentro de dichas instituciones. Incluso ante los resultados tan preocupantes que arrojó dicho ejercicio, varias de estas universidades entraron en paro hasta que los casos fueran investigados por la institución. Tal fue el caso de múltiples facultades de la UNAM, como fue la de Filosofía y Letras, que incluso planea regresar al paro en cuanto retomen las clases presenciales.
Después de la marcha del 8 de marzo del 2020 en México —que hasta ahora se ha catalogado como un registro de asistencia masiva con cerca de 80 mil asistentes—, el paro nacional del 9 de marzo y la noticia del asesinato de Nadia, estudiante de La Ibero, el 11 de marzo del 2020 fue el primer día en el que se llevó a cabo del tendedero de denuncias en la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México.
Las redes sociales como herramientas de la sororidad y resiliencia
De la mano de este suceso se dio a conocer una nueva asociación estudiantil dentro de la universidad, la Unión de Mujeres Activistas (UMA), quienes bajo el lema “nos queremos vivas, libres y unidas” estuvieron a cargo de la organización del tendedero y su seguimiento.
Esto último fue de suma importancia, debido a que esa fue la última semana en la que se asistió a las clases presenciales en La Ibero debido a la cuarentena del COVID-19, así que se pensaba que los casos del tendedero quedarían al aire y que todo se olvidaría rápidamente.
No obstante, a partir de este suceso la cuenta de instagram de UMA comenzó a ser más activa que nunca: abrieron un espacio de apoyo emocional y psicológico para acompañar a quienes habían hecho alguna denuncia en el tendedero, elaboraron un protocolo para la prevención y atención de la violencia de género como respuesta y seguimiento a las más de 700 denuncias generadas. El protocolo constó principalmente en buscar llevar la denuncia del tendedero a una denuncia formal frente a las autoridades universitarias y abrir sus respectivas carpetas de investigación.
Consecuentemente, con el fin de darle más alcance al tendedero de lo que tuvo de forma presencial, UMA recabó todos los nombres puestos en él y los publicaron en su cuenta catalogados por departamentos, carreras, alumnos y exalumnos. Incluso se elaboraron gráficas comparativas entre cada una de estas categorías para vislumbrar mejor la realidad que se vive en el plantel, siendo mujer en una universidad privada de la Ciudad de México.
¿Cómo funciona esta herramienta virtual actualmente?
La cuenta de instagram de UMA comenzó a tener cada vez más seguidores y con esto comenzaron a diversificar su contenido, transformándolo de uno inicialmente informativo a uno interactivo con sus seguidores. UMA comenzó a compartir contenido educativo sobre mujeres sobresalientes que inspiran, consejos para sobrellevar la cuarentena, tips de la vida cotidiana e información activista feminista en su mayoría.
Fue así como el 28 de agosto llevaron a cabo un stand up feminista vía zoom con 5 comediantes invitadas y alrededor de 100 asistentes. Seguido de esto, y con su creciente éxito con la comunidad entre las estudiantes, comenzaron a generar diversas actividades con perspectiva de género vía en vivos en instagram y video-conferencias de zoom, desde talleres de bordado hasta conversatorios sobre ambientes violentos en pandemia.
Movimientos como el Me Too y Cuelga a Tu Abusador se convirtieron en pilares que permitieron la posibilidad de formación de un sinfín de colectivos virtuales en búsqueda de un mismo bien común: generar espacios sororos para todas.
UMA es hoy en día un exponente muy importante del feminismo dentro de la Universidad Iberoamericana, sobre todo por su constante y actual actividad vía instagram con más de 2,500 seguidores. Es un espacio de búsqueda de resiliencia por medio del feminismo proactivo e informado, y esto ha sido en su mayoría de forma remota debido a la pandemia, no cabe duda que aún no hemos visto lo mejor de este colectivo.
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Texto por: Mariana Ramírez, Julia Arena y Andrea Morlote.
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