#MeToo: Redes y Reacciones

ANA FERNANDA GARDUÑO 

MARÍA FLORES CORDERO

SANTIAGO AMPUDIA TÉLLEZ

En Octubre de 2017 el mundo cambió por completo alrededor de un sólo movimiento social: El movimiento MeToo (yo también) que buscaba traer justicia a los casos de violencia sexual que por años habían sido callados. 

Todo empezó con una publicación en el New York Times, con un artículo sobre un hombre llamado Harvey Weinstein: productor de Hollywood para Miramax pictures y la Weinstein company, donde se explicaban los detalles de diversas alegaciones de violencia sexual por parte del productor a un gran número de actrices, modelos, ayudantes personales y demás mujeres, muchas veces bajo la promesa de ayudarles a despegar sus carreras en el mundo del espectáculo. 

La importancia de Weinstein como figura pública y como pilar de Hollywood explotó inmediatamente, sobre todo cuando muchas de estas alegaciones venían de actrices de importancia mediática masiva como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Mira Sorvino, lo cual hizo que las denuncias más pequeñas que por años habían sido ignoradas, acalladas u ocultadas, fueran también difíciles de olvidar. 

El boom mediático del caso Weinstein fue tal que desató tras de sí una ola de denuncias por acoso sexual a otros actores de Hollywood por parte de personas que antes no se habían atrevido hablar o no habían sido escuchadas; fenómeno de tales proporciones que fue bautizado como “Efecto Weinstein”: En este, actores de gran renombre y queridos por todo Hollywood como Kevin Spacey, George Takei, Dustin Hoffman, o Woody Allen, vieron sus carreras terminar ante ellos por las alegaciones de abuso sexual que surgieron o a las que finalmente se les hizo caso. 

En la actualidad, el movimiento sigue vigente y ha tomado diversas variantes hacia escritores, periodistas, empresarios, e incluso profesores dentro de las universidades, convirtiéndose definitivamente en un bastión del movimiento feminista actual. Bajo otros lemas como “yo si te creo”, este movimiento ha sido alabado y criticado a la vez por hacer caso a la víctima sin chistar, y por tomar su palabra antes que la de los agresores, como no se hacía anteriormente al caso Weinstein. Aunque muchas denuncias nunca llegaron a los tribunales a diferencia de la que inició todo el movimiento, estas si causaron que los supuestos agresores fueran despedidos de sus trabajos, perdieran amistades y relaciones familiares, y que nunca más pudieran volver a tener una vida tranquila. 

Bajo estas condiciones, los críticos del movimiento argumentaban que, aunque la causa era justa y necesaria, el movimiento MeToo se había convertido poco a poco en una cacería de brujas en vez de ser denuncias legítimas, y que la forma en que inmediatamente se manchaba el nombre y atacaba a los supuestos abusadores podía ser un arma de doble filo que personas rencorosas y con sed de venganza podrían usar para conseguir lo que quisieran, pero a pesar de las críticas el movimiento continuó, siguió tomando fuerza, y nunca surgió un caso como el que los críticos aseguraban existía.

En México, el Me Too inició con la actriz Karla Souza, quien dio a conocer en radio Fórmula lo que vivió unos años antes cuando apenas iniciaba su carrera como actriz. Karla narraba la historia de que uno de los directores de la telenovela, le tocó a las dos de la mañana la puerta del cuarto del hotel donde se hospedaban gracias a una locación, y fue esto lo que impulsó a la actriz a dejar México.

Poco a poco, se fue haciendo viral el #MetooMéxico y muchas actrices empezaron a contar sus experiencias de vida. Con el tiempo más y más actrices se sumaron al movimiento, como Dulce María, quien afirmó que en Televisa invitan a las actrices a cenas importantes para que tengan relaciones sexuales con los publicistas u otros ejecutivos de la empresa, entre otras. 

Así mismo, en el documental de Netflix “Cuando conocí al Chapo” Kate del Castillo habla de cómo la misma empresa la sexualizaba en reuniones importantes y asegura que existía o existe un catálogo con cientos de actrices en donde los productores pueden escoger a la mujer de su preferencia.

Esta noticia es reciente, pero tristemente viene desde los inicios de la televisora, en el libro “Nación Tv” de Fabrizio Mejía, se habla de cómo es que conseguían a las actrices y de las técnicas utilizadas para lograr acostarse con las niñas que tenían la ilusión de llegar a la pantalla chica. 

Debido a las redes sociales, hoy en día todos y todas estamos expuestas a que nuestras actitudes sean exhibidas. Lo positivo del asunto es que después de lo que se vivió en la marcha del 8 de marzo y por toda la fortaleza que el movimiento ha generado, hoy las mujeres se sienten un poco más seguras para poder alzar la voz, y que con cada día que pasa, el rechazo hacia las actitudes machistas, sea en el mundo de la farándula o en nuestras vidas diarias crece, el movimiento feminista mexicano, a pesar de las críticas, se mantiene más fuerte que nunca. 

Hace unos meses se vivió en Instagram, un LIVE de la influencer Mariana Rodriguéz y su esposo Samuel García, quien es senador en Monterrey y posible candidato a la gubernatura de Nuevo León. La influencer era positiva del COVID-19 por lo que no podían cenar en la misma mesa, por lo que cenaron a distancia  a través de un LIVE en instagram, compartiendo con todos sus seguidores el momento, así como la conversación. 

Lastimosamente, no fue un LIVE divertido, ya que se generaron muchas críticas para la pareja, puesto que Samuel le pidió a la influencer que bajara la pierna ya que se le “veía todo” y le comentó que él se casó con ella sólo para él, y que no tiene por qué estar mostrando. 

Esta actitud de Samuel indignó a muchos de sus seguidores, quienes reaccionaron con críticas y memes, ya que la actitud del senador fue machista. Lo verdaderamente preocupante de este suceso es que lo que vimos es lo que se pudo vivir en un simple LIVE, no podemos saber realmente cómo es que esta pareja se trata, lo que sí podemos empezar a hacer, es exigir para todas las mujeres un trato respetuoso. 

Será curioso ver cuáles serán los alcances del movimiento en México. Sabemos que el machismo es un problema grave en nuestro país y que lamentablemente no sólo se comunica a través de actitudes y comentarios faltos de respeto, sino muchas veces a través de los tristes feminicidios, situación que no parece más que empeorar. Sin embargo, el movimiento promete mucho, y cada vez más personas se suman al me too y al feminismo porque, al final cada persona es dueña de su cuerpo, por ende, cada quien muestra lo que quiere. Las mujeres no son propiedad de nadie. 

Después del linchamiento digital que obtuvo el senador García, pidió disculpas públicamnete. Hoy nuestras vidas están en boca de todos, todo lo que decimos, publicamos y enseñamos en las redes, se vuelve de todos, todos pueden opinar y si algo molesta a alguien, no dudes en que tú seas el próximo linchado. 

Este no es el único caso de linchamientos digital, creo que vivimos en una era en la que no podemos quedarnos callados y hoy le aplaudo a todos y todas las que tienen el valor de alzar la voz. Estas mismas redes sociales deben ser utilizadas como un instrumento para divulgar y acusar y no para “linchar”.

Estos linchamiento digitales, suelen ser muy dañinos porque a las personas no les importa y no investigan a fondo si es que eres culpable o inocente, al final tu reputación es la que es afectada y te vuelves alguien a quien señalaran.