Por: Natalia Albin, Michelle Kahn, Andrea Reyes Retana, Edgar Maceda
¿Vegano por convicción social o decisión propia? El veganismo ha tomado mucha fuerza en los últimos años. Algunos empezaron primero restringiendo los productos con carne, pollo y pocas veces solamente conformándose con una dieta pescetariana. Ahora, el consumo de cualquier producto animal se ha reducido a ser prácticamente nulo. Las razones varían entre la salud o un estilo de vida diferente, pero quizá por lo que ha aumentado es que el calentamiento global ha hecho que algunos tomen conciencia acerca de lo que ocurre a nuestro alrededor en cuanto al ámbito ambiental.
RAZÓN 1: CONCIENCIA AMBIENTAL
Una de las medidas que las personas consideran más eficaz para remediar la crisis del calentamiento global ha sido no sólo dejar de comer cualquier producto de origen animal, sino dejar por consumirlos por completo. Este es el caso de las pieles, productos que usen algo de origen animal y cosméticos que usen animales para fines experimentales. En cuanto a la dieta, la industria de la carne produce el 52% de los gases invernaderos del planeta. Una persona que come a base de plantas produce la mitad de gases que una que decide tener una dieta carnívora.
Según The Independent, dejar de consumir carne es la forma individual más efectiva de reducir nuestro impacto ambiental, aún más que dejar de usar aviones y comprar un coche eléctrico. La conciencia que ha surgido con respecto al cuidado del medio ambiente se podría denominar como “veganismo ético”.
Es un concepto radical debido a que casi nadie puede abstenerse completamente del consumo animal. El veganismo ético toma mucho compromiso e investigación en cuanto a la dieta y el uso de objetos. El primero es debido a que existen ciertos obstáculos que pueden presentarse como lo es la carencia de los nutrientes necesarios y un correcto balance en torno a una dieta vegana. El segundo es porque se tienen que realizar investigaciones propias para asegurarse de que el producto que se está comprando sea ético ambientalmente. Es decir, si ningún artículo contiene elementos de origen animal, si fueron experimentados con ellos o incluso lastimados para su proceso.
"Yo empecé por salud, pero poco a poco se ha convertido en algo mucho más ético. Creo que consumir productos animales es sumamente dañino para el ambiente y, si puedo vivir de forma sana con una dieta vegana y, por lo menos intentando, consumir productos no-animales, estoy ayudando al planeta", dice Carolina, que lleva siendo vegana seis años.
RAZÓN 2: LA NUEVA OBSESIÓN CON LA SALUD
Desde bloggers saludables, celebridades hablando de la salud mental, estudios fitness y hasta la comida orgánica, todo pertenece a una nueva tendencia que ciertas personas quieren seguir como estilo de vida. Muchas veces, tratan de llevar dietas similares e incluso hay ocasiones en que las combinan con dietas paleolíticas, las que suprimen los lácteos para solamente consumir tipo leche de almendra o coco, o aquellas que eliminan el gluten por completo.
Esto puede tener muchas consecuencias. Al nacer de la necesidad de pertenecer en línea, especialmente en plataformas como Instagram, a gente sigue a más y más personas que tienen cuerpos “perfectos” y quieren llegar a ese estado de salud, lo cual puede llevar a muchos problemas mentales. Además, no siempre se sabe qué es bueno para la salud y qué es malo. Muchas veces, algo que se consideraba saludable hace un año, se considera nocivo hoy. La ciencia no siempre es completamente cierta, y hay demasiados estudios sobre la dieta como para saberlo.
Según Diana, que es vegana por salud, "lo que me confunde a mi en mi dieta a base de plantas es que quiero ser lo más saludable posible, pero veo artículos sobre todos los productos y cómo son buenos o malos. Es muy difícil investigar a veces, porque los conocimientos están cambiando constantemente".
No todo es necesariamente malo, esta obsesión con la salud también ha llevado a la gente a preocuparse por su propio cuerpo de buenas formas. Muchos veganos que empezaron haciéndolo por salud física, terminan meditando por su salud mental y yendo a nutriólogos para entender lo que es bueno para ellos. De hecho, una dieta vegana reduce las posibilidades de obesidad un 50% e incluso, se ha comprobado que una de las razones principales por las que los americanos sufren de enfermedades crónicas, es debido al Dicho esto, sólo una pequeña porción es vegano por ética. La mayoría lo son por ciertas dietas o incluso por ser aquello que está de moda, lo que nos lleva a la última razón.
RAZÓN 3: MODA
De la misma manera en la que vemos a celebridades utilizar prendas de último modelo y aspiramos a comprar lo mismo o seguimos las redes sociales de influencers y queremos, por ejemplo, frecuentar el nuevo restaurante de la ciudad y probarlo por nosotros mismos, el veganismo se ha convertido en el mismo tipo de moda. Mucha gente se ha inclinado a “convertirse” al veganismo debido a que siguen a personas que lo hacen o ven que es la nueva manera de estar en tendencia. Las pruebas están a nuestro alrededor en todo lo que consumimos: la televisión, el cine, las celebridades o los restaurantes e incluso supermercados que no se quedan atrás y tratan de incluir los productos veganos necesarios para no sentirse excluidos. La mayor parte de los restaurantes ya cubren las necesidades de esta dieta, y las nuevas marcas de productos no comestibles se hacen de manera que sean "veganos":
Sin embargo, muchos confunden lo que es sano y lo que no. Una vez que alguien asume una dieta de este estilo, ya sea por salud o por conciencia ambiental, necesita la educación y dirección necesaria para lograr nutrirse adecuadamente. Es decir, no porque comas frutas y verduras todo el tiempo quiere decir que es sano. El error más común es seguir los pasos de lo que les ha funcionado a otras personas cuando no necesariamente sea de la misma manera para otra. No porque un restaurante cambie su ensalada de pollo por una alternativa de tofu y llene tu plato de legumbres, quiere decir que sea lo adecuado o incluso cien por ciento vegano (hay ciertos lugares que usan aceites de pescado u otros productos que contienen una mínima cantidad de producto animal, lo cual provoca que el platillo “vegano” pierda su validez).
Por estas razones, la mayor parte de las personas que lo hacen por moda deciden ser veganos éticos. "Yo no podría vivir sin la carne, me encanta, entonces sólo no compro pieles y así. Tampoco uso popotes, creo que eso tal vez compensa", nos comenta Daniela, que se considera una consumidora responsable, pero no vegana en dieta.
El boom del veganismo es, entonces, una respuesta al mundo contemporáneo. Es una solución propuesta por jóvenes para el cambio climático, Es, en su manera, una necesidad que nace de las redes sociales - tanto por pertenecer como por ser más saludable -. También es, como todo, una tendencia que a veces se sigue por moda. Si el veganismo es bueno, malo, criticable, problemático o salvando al planeta es una discusión que se seguirá teniendo por muchos años. Lo que es cierto, es que cada persona debe tener muy clara sus razones dietéticas por su propia salud, tanto física como mental. Como dice Carolina, "lo más importante al ser vegano es investigar y conocer muy bien a tu cuerpo. No se trata de seguir tendencias, los veganos llevan existiendo mucho tiempo, se trata de cambiar una conducta que se puede convertir en un estilo de vida".
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