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Fake News: la nueva pandemia del 2021

  Con el paso del tiempo y con el surgimiento de nuevas tecno logías, la sociedad, la política, e inclusive la economía, han evolucionado pa...

 


Con el paso del tiempo y con el surgimiento de nuevas tecnologías, la sociedad, la política, e inclusive la economía, han evolucionado para adaptarse a esos mecanismos. Con la aparición de “Six Degrees”, la primera plataforma social online en 1997, la humanidad con carácter posmoderno comenzaba a adentrarse en un nuevo simulador digital en el cual podía interactuar con otros individuos sin importar algunas barreras como de espacio-tiempo. Conforme los años avanzaron y las tecnologías evolucionaban, estas plataformas se moldearon y adecuaron a los estilos de vida vanguardistas del usuario para dar como resultado a lo que hoy conocemos como “red social” que se rige bajo el constructo de “comunidades virtuales donde los usuarios pueden crear perfiles públicos individuales, interactuar con amigos de la vida real y conocer a otras personas en base a intereses compartidos” (Kuss y Griffiths, 2011). 

 



Más tiempo en pantalla que nunca 

          De acuerdo a una encuesta realizada por el Global Web Índex, el tiempo promedio que los usuarios destinan en un día cotidiano a las redes sociales es de 2 horas con 22 minutos. Esta cifra puede resultar preocupante ya que año con año se aumenta el número de minutos destinados a estos contenidos. Por ejemplo, En Filipinas se demostró que la población incrementó 11 minutos más en 2018 su uso en dichas plataformas en relación al año anterior (Salim, S. 2019). Una de las posibles explicaciones sobre este excesivo uso de redes sociales se atribuye a que el usuario obtiene ciertas recompensas a partir de estas. La explicación psicológica que da sustento a este sistema de recompensas ha dado como resultado la teoría de “Usos y gratificaciones”. Esta propone que la gente recurre a los estímulos mediáticos para satisfacer ciertas necesidades. Pero, ¿cuáles son realmente estas necesidades que las redes sociales satisfacen? La respuesta acertada sería que los usos y gratificaciones difundidos en las redes son “generalmente muchos más de las expectativas de los propios usuarios, debido a que son círculos de amigos que no dejan de crecer, que ofrecen dinamismo, creatividad y entretenimiento, gracias a una continua interactividad” (Martínez 473). Este constructo funciona como una de las muchas posibles explicaciones a esta recurrente interacción entre un usuario y la red social.

         

          Una vez que conocimos sobre la mecánica de la tecnología, especialmente el efecto que tienen las redes sociales en los usuarios, podemos adentrarnos en cómo estos fungen dentro del mundo político y social. Como bien sabemos, estas plataformas no solo se quedan como herramientas complementarias del usuario, sino que ahora también pueden ser considerados medios ya que propagan la difusión de mensajes constantemente. Como bien lo dice Antaki: “los medios representan hoy un poder a veces mayor que aquel que pretender combatir; deben ser capaces de definir una moral pública conciliable con la libertad, y pasar de una ética de la oferta basada en el rechazo de la censura, a una ética de la demanda donde cabe la responsabilidad. Hoy, los medios deciden lo que merece existir o lo que puede caer en el olvido; el cine, el deporte, la guerra o la emoción sólo existen a través de ellos. Han tomado los lugares antaño ocupados por las instituciones formadoras, como son la escuela, el ejército, la religión, los sindicatos, los partidos y los parlamentos” (Antaki, s/a).

 Viralmente fake

Además de cómo ha cambiado la forma de interactuar con personas cercanas a nosotros, ha cambiado la forma en la que consumismos toda la información, escondiéndose tras una sobre saturación de notas y fuetes de información, muchas veces la línea entre lo verdadero y la mentira se ha vuelto difícil de identificar para muchos usuarios. De acuerdo a la revista Expansión, el sitio News Guard realizó un análisis de cómo se comportó el fenómeno de las famosas fake news durante la pandemia. Indica que ahora la cantidad de noticias falsas sobre la pandemia superaron toda la información oficial y confiable. El 59.5% de la población considera que es un tema alarmante, sin embargo, a pesar de los constantes esfuerzos por erradicar la información falsa con tecnología de reconocimiento artificia este sigue siendo un problema enorme, problema que puede ser aprovechado para el beneficio de otros. Tan solo hay que recordar lo acontecido con aquel grupo de “investigadores” en Cambridge y el pequeño experimento que realizaron en aras de la ciencia y el avance tecnológico. Lo ocurrido con Cambridge Analitica fue un punto de inflexión entre como combinamos los datos y las emociones de la gente para un interés superior, el interés político. La eficacia de las campañas políticas actuales que se alojan en redes sociales es gracias a que dentro de estos espacios virtuales la gente puede expresarse y reafirmar sus creencias con personas de pensamiento similar. Antaki (s/a.) menciona en su ensayo como este medio de comunicación es mas propenso a conectar con los usuarios. “Los medios masivos sólo buscan repercusiones inmediatas, efectos instantáneos, que apelen a las zonas del instinto y de las pasiones, que suscita una cercanía emotiva.” (p.2)


 

Datos de Statista

 

El síndrome de Pinocho: cuando ya nadie cree en los políticos mexicanos

Tras este reciente periodo de elecciones, los mexicanos se han cuestionado en la credibilidad de los candidatos que se presentaron para los diversos puestos electorales de este periodo. A pesar de todas las estrategias de atracción a nuevos votantes y asegurar su honestidad y la veracidad, la comunicación que más efecto tiene sobre las masas es aquella que los invita a reaccionar. Por ello figuras políticas como nuestro actual presidente ha tenido éxito bajo la estrategia de dividir la opinión en dos facciones, los que están a favor o en contra suya. Antaki dice “El espacio real del mundo se ha disuelto, dejando a la gente desarmada frente a la inmediatez… en un medio electrónico sólo nos queda, en dos minutos, la posibilidad de señalar una idea, jamás de desarrollarla.” Con esto concluimos que realmente las redes sociales no están aptas para mantener conversaciones a profundidad o debates con argumentos bien fundados, si no que cumplen con la función que a cada influenciador le conviene. La verdadera cura para este virus llamado fake news y mezclado con el circo político mediático alrededor de ellas es combatirlo con la información verificada y alejándose un poco del ruido y bullicio de los mensajes con intenciones de apelar a nuestras emociones.

 



1056 palabras
Luis, Leslie y Fernanda

Referencias:

Antaki, I. Los medios. (s/a). (En línea). disponible en: https://es.scribd.com/doc/109280465/Los-Medios-Ikram-Antaki

Kuss, Daria y Griffiths, Mark. “Online Social Networking and Addiction—A Review of the Psychological Literature”. International Journal of Environmental Research and Public Health (2011). 30 de enero de 2019 <https://www.mdpi.com/1660-4601/8/9/3528/htm?hc>.

Martínez, Fátima. “La teoría de usos y gratificaciones aplicada a las redes sociales” Nuevos medios nueva comunicación (2011): 461-473. Google Academics. Vniversidad DSalamanca. 30 de enero de 2019 <https://www.researchgate.net/profile/Ana_Serrano_Telleria/publication 260592820_DEL_DISENO_GRAFICO_Y_AUDIOVISUAL_AL_DISENO_DE_INTERACCION_UN_ESTUDIO_SOBRE_LOS_NODOS_INICIALES_EN_CIBERMEDIOS/links/02e7e531a5dbbd0d88000000.pdf#page=462>.

Salim, Salma. “How much time do you spend on social media?”. Digital information world. 1 de mayo de 2019 <https://www.digitalinformationworld.com/2019/01/how-much-time-do-people-spend-social-media-infographic.html>

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