Covid-19: La pandemia que nos ecofascifica
Natalia Flores
En la vida de cada persona existen prioridades. Muchas veces estas prioridades involucran a los seres queridos, amistades, conocidos y personas cercanas. Algunos otros optan por cambiar hábitos en sus vidas, ya sean de consumo, sociales o incluso saludables. En realidad, cada persona tiene prioridades diferentes, aunque la mayoría se centra en el mismo objetivo: sobrevivir.
Según Umberto Eco, el fascismo es una ideología, movimiento político o un Estado de carácter antidemocrático, totalitario, ultraderechista y ultranacionalista en donde se persigue lo diferente, lo débil y se exalta la figura del superhombre de Nietzsche. El fascismo toma formas diferentes en diferentes lugares, pero puede tener una serie de características comunes, una de ellas es que surge de la frustración, por ejemplo, la llegada de una crisis económica que hace sentir a una clase social que ha perdido privilegios o estatus y se sienten amenazados por la posibilidad de que cualquier otro grupo social pueda acceder a estos privilegios. De igual manera, se busca la unidad de la sociedad para combatir el miedo a lo diferente, que en este caso, sería cualquier persona débil, que se refiere a cualquier persona de bajos recursos y a aquellos que cuentan con un nivel de educación básico o “no suficiente”.
Alejandro Gamero, en La Piedra de Sísifo, define que para Eco, todo fascismo cuenta con 14 características:
- Culto a la tradición
- Rechazo a lo moderno
- Culto a la acción y por la acción
- Desacuerdo es traición
- Miedo a la diferencia
- Apelación a la frustración social
- La obsesión con una conspiración
- La humillación por la riqueza y la fuerza de sus enemigos
- El pacifismo es el comercio con el enemigo
- Desprecio por los débiles
- Todo el mundo es educado para convertirse en un héroe
- Machismo y armamento
- El populismo selectivo
- El Ur-Fascismo habla una especie de neolengua
¿Alguna vez has escuchado frases como: “El ser humano es el verdadero virus”, “los pobres no deberían tener más de 2 hijos”, “los recursos no serán suficientes porque somos demasiados”? Este tipo de discursos pueden ser denominados como ecofascistas.
En Overpopulation Discourse: Patriarchy, Racism, and the Specter of Ecofascism, Jordan Dyett dice que autores como Biehl y Staudenmaier plantean al ecofascismo como: "Políticas que actúan como una excusa para el 'control de la población' construidas en torno a una metanarrativa racista a fuego lento: el problema es en realidad que las personas morenas son demasiado estúpidas y/o demasiado sexuales para controlarse a sí mismas”. (Dyett & Thomas, 2019, p.218).
El ecofascismo, sostiene que al estar menos personas vivas en el planeta, todos podríamos llevar una vida más sostenible. Es entonces como este sistema busca usar o imponer medidas autoritarias provenientes del Estado, como controles de natalidad y deriva responsabilidades principales a los individuos promedio para conservar el bien de la naturaleza desde las necesidades o pensamientos de un grupo de personas que son tomados como globales.
Llegada del Covid-19
Desde la llegada del Covid-19 al mundo, muchas personas han justificado el porqué de la enfermedad diciendo que no surgió de manera natural, sino que fueron los gobiernos de diferentes países los encargados de crear y liberar la enfermedad para así poder “eliminar” a grandes cantidades de personas en un solo momento. Aunque la pandemia escaló a niveles inimaginables en un tiempo muy corto, cuando los contagios comenzaron se creía que sería algo grave pero no tan peligroso ni prolongado, mucho menos que dejaríamos de lado nuestras vidas ni que llegarían tantas cepas de Covid-19.
En el caso específico de México, muchas personas comenzaron a protestar sobre el cierre de tiendas, cines, restaurantes y cualquier tipo de negocio. Desde una posición de privilegio, comenzaron a protestar sobre la necesidad del ser humano de interactuar, ya que al ser un ser social no puede estar por periodos prolongados en aislamiento intentando llevar a cabo actividades de la vida diaria. Además, se usaban argumentos como: morirán los que tiene que morir, la inmunidad de rebaño nos hará sobrevivir, mejor que se mueran los que tienen Covid y están graves para que se desocupen las camas para la gente joven.
¿Realmente son importantes las cualidades y características físicas para defender la validez de una vida sobre otra? Si nos volcamos al pasado, podemos tomar como ejemplo la vieja creencia de que las personas de raza negra eran las únicas capaces de ser esclavos por sus características físicas, como si Dios, el universo o la vida les hubiera dado estas cualidades para servir a los demás, porque según el privilegio blanco, solo para eso eran buenos y ellos debían tener a alguien que sirviera sus “necesidades”.
Además, en todo el mundo comenzaron a verse cambios en el medio ambiente a raíz de la nula circulación de vehículos e incluso de personas, por lo que el mismo argumento de que los seres humanos somos el peor error de la humanidad y que muchos deberíamos morir, tomó mayor fuerza. Por otro lado, en México, el no darle prioridad en la vacunación a la gente joven fue uno de los temas que mayor discusión tuvo: ¿por qué vacunar a los adultos mayores que ya están por morir en lugar de a los jóvenes que son el futuro del mundo? Justificar la importancia de una vida sobre otra, con el argumento de que los jóvenes son los que producen, los que vivirán más tiempo y los que tienen el futuro de la vida en sus manos, también es ecofascismo.
Durante la pandemia y su pico más alto de contagios y muertes, las compras en línea fueron aquello que nos acercaron a la realidad de tener productos nuevos desde la comodidad de nuestras casas. Incluso cuando éramos conscientes de que detrás de los envíos y procesos de compra hay personas, exigimos la mayor velocidad al recibir nuestro producto, cuando todo el mundo estaba adaptándose a una manera de trabajar a distancia y, también, acostumbrándonos a cuidarnos de un virus desconocido. Entonces, ¿importaba más un paquete de Amazon o Mercado Libre que la vida de los repartidores y sus familias?
Vida post-Covid
Aunque pareciera que todo ha vuelto a la normalidad, estamos lejos de vivir nuestras vidas como las conocíamos antes de marzo de 2020. A casi dos años del comienzo de la pandemia, las calles han vuelto a llenarse, los salones de clase han vuelto a ocuparse y la esperanza de muchas personas ha vuelto. En algunos países, como Estados Unidos, el uso de cubrebocas ha pasado a segundo plano. La llegada de las vacunas se ha convertido en una bocanada de aire fresco, no solo por las personas que aún se cuidan del virus, sino para todos aquellos doctores y doctoras, enfermeros y enfermeras e incluso cualquier empleado que no puede dejar de trabajar para sobrevivir en un mundo en donde los privilegiados son pocos.
Sin embargo, la vida no para, la vida avanza, la vida sigue. Hemos visto el regreso de la vida nocturna, de las miles y miles de fiestas que se realizan cada fin de semana aún bajo el concepto de inmunidad de rebaño. Incluso se sigue apoyando la idea de que las vacunas son la salida que necesitábamos, que estando todos vacunados la pandemia estará bajo control. Los contagios podrán haber bajado, pero el virus sigue fuera, siguen habiendo contagios y personas siguen perdiendo la vida, padres que dejan a sus hijos, esposas se quedan sin esposos y viceversa, nietos se quedan sin abuelos.
Finalmente, es importante retomar la frase que se ha vuelto famosa en redes sociales estos últimos meses: el que tenga miedo a morir que no nazca. Todo esto como justificación de la necesidad de volver a nuestras vidas pre-covid, que en realidad, es probable que jamás vuelvan.
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Referencia:
Gamero, A. (2017, agosto 15). LAS 14 CARACTERÍSTICAS DE TODO FASCISMO SEGÚN UMBERTO ECO. La Piedra de Sísifo. Recuperado el 9 de noviembre de 2021, de https://lapiedradesisifo.com/2017/08/15/las-14-caracteristicas-de-todo-fascismo-segun-umberto-eco/
Dyett, J., & Thomas, C. (2019). Overpopulation Discourse: Patriarchy, Racism, and the Specter of Ecofascism.
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