La democracia contemporánea enfrenta una serie de desafíos sin precedentes en la era digital, es una época que ve como la información fluye de forma constante a través de múltiples plataformas. En el contexto de las elecciones de nuestro país, hay una relación entre los candidatos y una verdad que se ha vuelto cada vez más difusa, las redes sociales se han vuelto el medio donde la mayoría de los votantes obtiene sus noticias. (74)
Yo creo que la desinformación se ha convertido en una de las preocupaciones con mayor crecimiento de la esfera política, especialmente en un contexto electoral. Tanto los candidatos como los grupos de interés recurren, a menudo, a tácticas de desinformación para manipular la percepción del público y obtener una ventaja en las urnas. En el caso de las elecciones presidenciales de nuestro país, la falta de una relación solida entre candidatos y la verdad ha amplificado este problema. (78)
“En la democracia, difícilmente se representará a sus contemporáneos el más sabio, sino que aquel que más se les parece, que habla y actúa como ellos” (Antaki). Yo creo que, dado que los candidatos pueden difundir información distorsionada o falsa por medio de sus propias plataformas en redes sociales o manipulando los medios de comunicación, es normal ver que se trate de generar una imagen de ser “alguien como nosotros”, casos como políticos usando redes sociales de manera “personal” presentan una idea que atraiga al público a los políticos. Además, los grupos externos a estos pueden intervenir en el proceso electoral mediante la difusión masiva de desinformación con el objetivo de influir en los resultados. (116)
Opino que la mayoría de los votantes en nuestro país depende cada vez más de las redes sociales para obtener información sobre la política y los eventos actuales que nos rodean. Estas plataformas ofrecen al usuario un acceso fácil y rápido a una amplia gama de noticias y opiniones, aunque también pueden ser transmisores de desinformación y propaganda. La naturaleza audiovisual de estas hace que sean especialmente atractivas y efectivas para la difusión de un contenido manipulado o engañoso. (79)
Ya se pudo ver en campañas como el Brexit o la candidatura de Donald Trump en 2018 el efecto que las redes sociales pueden tener en los votantes, o sin irse más lejos, en el actual mandato presidencial se ha podido ver como las redes sociales se han visto plagadas de desinformación de acuerdo con como está marcada la agenda política. (61)
Al mismo tiempo, creo que los algoritmos de las redes sociales tienden a mostrar a los usuarios un contenido que se alinee a sus creencias y a sus preferencias, creando así unas burbujas que sirven como filtros que refuerzan las opiniones ya existentes incrementando así una existente polarización. Con esto me refiero a que los votantes pueden estar expuestos, sin ser conscientes, a información sesgada que solo confirme sus prejuicios en lugar de crear una visión objetiva del panorama político. (80)
Las redes sociales y las plataformas no solo transmiten información, sino que también influyen en las emociones y percepciones de manera subconsciente, como mencionaba Byung-Chul Han: “La comunicación digital no solo asume forma de espectro, sino también de virus. Es infecciosa porque se produce inmediatamente en el plano emotivo o afectivo” (2014). Creo que, aplicándose al contexto discutido, vemos como tiene una relevancia particular en las elecciones de 2024. El contenido viral que tiene una carga emocional se propaga de una manera rápida apelando a las emociones y generando confianza y credibilidad desviando la atención de cuestiones importantes hacia narrativas divisivas. (101)
Existe una necesidad de una mayor conciencia y discernimiento por parte de los ciudadanos cuando se habla de su interacción con la información en línea. Cuando se comprende la influencia emocional y cognitiva que está presente en la comunicación digital, los votantes se vuelven más críticos y selectivos en lo que respecta a la información que consumen y comparten, preservando una democracia imparcial y saludable. (65)
Opino que la combinación que existe entre la desinformación que se generaliza y el predominante consumo de noticias a través de las redes sociales plantea una seria amenaza para la integridad de las elecciones de nuestro país. Cuando los candidatos se disocian de la verdad y se bombardea a los votantes con un cumulo de noticias sesgadas y manipuladas se disminuye la capacidad del electorado para tomar decisiones que sean racionales e informadas. (73)
“La libertad es propiamente la figura opuesta a la coacción. Pero ahora esta figura opuesta engendra ella misma coacciones. Más libertad significa más coacción. Eso sería el final de la libertad” (Han, 2014). Lo que busco al introducir es la paradoja inherente que existe en el contexto actual. A medida que más información compite por la atención de los usuarios en línea, la presión para discernir la verdad del ruido se intensifica. Con esta sobrecarga se genera una sensación de alienación que puede abrir la puerta a la manipulación y coacción de aquellos actores que buscan influir en el proceso. (100)
Aquellos candidatos dispuestos a manipular la verdad y explorar en las vulnerabilidades del sistema tienen una ventaja injusta sobre los que buscan promover transparencia y honestidad. En este sentido, la proliferación de noticias engañosas lleva a una paradoja donde la creciente libertad de expresión gracias a las redes sociales da lugar a una fuente de manipulación. Con esto hay un riego que su propia expansión lleve a la libertad a verse socavada y llevando la a su fin contextualmente hablando. (80)
Aunque del mismo modo, puede surgir un efecto alterno y lo que termine siendo socavado sea la confianza del público en las instituciones democráticas llevando a un debilitamiento en la cohesión social. Creo que cuando la percepción de un proceso electoral amañado o con resultados manipulados maliciosamente lleva a una alienación y desconexión con el sistema político. (57)
Yo creo que las elecciones de este año presentan un caso de estudio que desenmascara los desafíos de la democracia en la era digital. A falta de una relación solida entre candidatos y la verdad, y añadiendo el predominio del consumo de redes sociales, se afecta la integridad del proceso y se amenaza la confianza con el sistema democrático. (59)
Opino que es crucial que se aborden estos desafíos con el objetivo de que se implementen medidas que promuevan la transparencia y la responsabilidad mediática en los ciudadanos. Y que, del mismo modo, los gobiernos y la sociedad civil trabaje en conjunto con la misión de combatir la desinformación para proteger y fortalecer los fundamentos de la democracia en México. (60)
Han, B.-C. (2014). En el enjambre. Barcelona: Herder Editorial.
Antaki, I. Democracia y Demagogia.
Mario Chavero Paillés
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