Fue mediados de noviembre del 2019 que un tumulto colectivo se esparcía a través de diversas fronteras, como resultado de las manifestaciones comprendidas dentro del Estallido popular en Chile. Fue dentro de un contexto plagado de indignación social acumulada, que el colectivo feminista conocido como Las Tesis decidió llevar su intervención a las calles e integrar el performance ya bien conocido como “Un violador en tu camino” a la protesta generalizada en contra de las diversas formas de violencia ejercidas contra la ciudadanía por las estructuras del Estado chileno.
La rutina, que originalmente se concibió como una obra de teatro en formato micro y la cual fue montada con un bagaje teórico feminista en mente, al principio no tenía la intención de ser puesta bajo uno de los focos más abarcadores dentro de las manifestaciones que sucedían en el país.
El propósito inicial, según lo cuentan las integrantes del colectivo, era el de llevar a la escena, mediante obras, cantos y bailes dentro del formato de 15 minutos, distintos textos del vasto cánon feminista (concebido como las tesis estipuladas por numeorsas autoras, de ahí el nombre de la agrupación). Como ejemplos, se han citado los títulos “Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación primitiva” de la teórica italo-estadounidense Silvia Federici, así como tesis de la antropóloga argentina Rita Segato sobre el mandato de la violación como esenciales puntos de inspiración que buscaban ser divulgados a través de la intervención. Justo sobre esta idea es que se trazó la intersección entre arte y política, creando lo que, año y medio después de este particular estallido feminista, sigue siendo un referente icónico de protesta y reivindicación en más de un territorio.
La inminente viralización de “Un violador en tu camino” comenzó con una sola acción colectiva sobre las calles de Valparaíso, Chile, después de la cual la necesidad de montarla en más regiones del país se hizo evidente a través de llamados a que La Tesis viajara a la capital para el fin de semana del 25 de noviembre, desde donde la visibilidad del evento se triplicó en una cuestión de horas.
Esparcimiento
La convocatoria a participar era abierta, la letra se repartía y practicaba en distintos grupos dispersos alrededor de la plaza que entonaban y repetían cada verso con disposición absoluta y una emoción difícil de contener. Iniciada con alrededor de 100 personas, la intervención siguió integrando a cada vez más gente en lo que se desarrollaba la coreografía.
Grupos de México y Colombia no tardaron en expresar su interés por poder realizar el performance en sus espacios, haciendo una clara referencia a la necesidad latente que había de protestar en contra de la brutalidad policiaca, la complicidad política y el sistema misógino de justicia en sus propios países.
Haciendo de acceso generalizado la letra y acompañamiento musical, Las Tesis se deshicieron de la autoría absoluta sobre el performance y lo mandaron a trotar por todo el mundo.
A los días, “Un violador en tu camino” se podía escuchar por las calles de Madrid, París, Venezuela, Berlín, Nueva York, Colombia y Argentina, entre muchas otros países y ciudades en donde el señalamiento a la insatisfacción, la violencia y la contínua lucha por la dignidad era y sigue siendo de una importancia magnánima. En conjunto con El Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer, la rutina obtuvo una propulsión histórica al ser adoptada por la protesta de miles de mujeres.
Un Violador en Camino Mexicano
Debido a la inmediatez con la cual viajó el performance, en México se dieron intervenciones a diversos espacios públicos con esta canción durante el mismo mes de noviembre del 2019. Ello hizo surgir la reflexión, como en muchos otros lugares, sobre aquel factor que fue señalado por Las Tesis (y posteriormente reproducido por colectivos fuera de su país de origen,) que logró desentrañar un sentimiento colectivo unido a kilómetros de distancia y a través de contextos sumamente heterogéneos alrededor del globo.
Quizás se trate de algo así como una experiencia femenina internacional, ya que la canción indaga sobre aquellas condiciones bajo las cuales persiste la discriminación, la impunidad y la falta de acción en contra de la violencia feminicida que aqueja, sobre todo, a América Latina, pero con la cual mujeres de múltiples otros países lograron identificarse de igual manera.
Cabe aquí mencionar que el colectivo, con intenciones de facilitar la realización de esta protesta en otros sitios, difundió la letra original con una invitación abierta a que cada país hiciera las modificaciones que más creyera pertinentes a su contexto. A través de esta libertad, muchos espacios lograron adaptar algunos términos para transformar el canto en una denuncia más relevante a su situación. En el caso de Chile, la existencia de versos que hacen referencia a ‘bandoleros’, considerados miembros abusivos de las fuerzas armadas del Estado, y ‘carabineros’, como fueron nombrados los miembros de la resistencia armada, son claramente específicos a la coyuntura social por la cual atravesaba el país en ese entonces. Por otro lado, las posiciones adoptadas en la dinámica, como las sentadillas, se planearon en clara referencia a las posiciones los detenidos por manifestarse eran forzados a adoptar.
Es importante notar que la intersección entre violencia misógina y la violencia estructural que se le atribuye al Estado, se encuentra latente en los últimos versos del performance, haciendo un necesario énfasis en las agresiones que las mujeres sufren de manera específica, aún cuando inscritos en contextos de precarización, pobreza, inseguridad e impunidad generalizada. Este detalle es uno que se rescató por todos los colectivos que decidieron darle vida a “Un violador en tu camino” dentro de sus propias ciudades, más allá de las modificaciones que se hayan hecho en cada caso.
Se podría decir, entonces, que en términos generales, Las Tesis supieron apuntalar de manera concisa y relevante tres puntos que más parecen representar el malestar social del mundo contemporáneo,
La violencia sistemática ejercida en contra de la ciudadanía y las políticas perjudiciales del Estado moderno
La violencia feminicida (y complicidad ante la misma) de la cual son víctima las mujeres en la cotidianidad
Los abusos de fuerza y de poder expresados por las grupos armados del Gobierno
Así pues, mientras que la base musical y lírica persistía como un sentimiento unificado, en México esta intervención no pudo haber sido más pertinente. Se recuerda en específico la ocasión del 25 de noviembre, para la cual se reunieron miles de mujeres en el Zócalo de la Ciudad de México a cantar en unísono y alzar dedos de acusación que hacía años se veían venir. La letra responsabiliza directamente a las fuerzas policiales, pero también al sistema judicial, el Estado como aparato represivo y dentro de él, claramente, al Presidente de la República.
En la actualidad, una porción altamente mediatizada de la agenda feminista se ha visto reavivada en los términos que planteaba el performance, que a pesar de que no lleva mucho de haber sido montado por primera vez, sigue teniendo una vigencia innegable. Se trata del caso de Félix Salgado Macedonio, ex-senador de la República y candidato a la gubernatura del Estado de Guerrero. Con múltiples acusaciones por violación y acoso rellenando su respaldo, Salgado Macedonio ha gozado de una impunidad que, mientras que no es del todo sorprendente, sigue movilizando a la ciudadanía en actos de indignación. También se ha responsabilizado al Presidente Andres Manuel López Obrador de ser copartícipe no sólo del blindaje que le permite a Salgado Macedonio escapar de la justicia, sino en la reproducción constante de las narrativas que tanto dañan a las mujeres en la actualidad.
Así pues, a casi año y medio de la primera vez que Las Tesis tomaron las calles, nos encontramos con que pocas demostraciones de indignación colectiva han descrito de manera tan atinada la realidad que vivimos en el presente, así como la que nos espera para el futuro previsible.
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