Por Armando Smeke e Iker Jaregui "Se presentaba una elección obvia entre una opción sensata y otra opción absurda; los expertos explica...

Cambridge Analytica’s Real Role in Trump’s Dark Facebook ...

Por Armando Smeke e Iker Jaregui

"Se presentaba una elección obvia entre una opción sensata y otra opción absurda; los expertos explicaron ampliamente las razones por las cuales la opción absurda provocaba pérdidas para todos; tras la elección, y contra todos los pronósticos, ganó la opción absurda" (García, 2018) 

Introducción: El internet y la libertad moderna. 

 La revolución digital que el internet provocó fue percibida en sus inicios como una oportunidad para fraccionar el poder y repartirlo entre sus usuarios. La promesa era simple y, sin duda, esperanzadora. El internet sería un espacio para la libertad y la comunicación sin ningún límite. Sería un terreno fértil para formar comunidades basadas en los intereses del usuario y nada más. La información estaba a merced del clic y las posibilidades eran infinitas.

 

Ahora sabemos bien que la ilusión romántica no se convirtió en nada más que eso. Las comunidades digitales resultaron ser, en la mayoría de los casos, lo opuesto a los grupos de colaboración por los que muchos apostaban y el uso general del internet en realidad dista mucho de ese ideal de búsqueda e intercambio de información enriquecedora bajo el que se concibieron sus primeros espacios.

 

A pesar de la desalentadora realidad, lo cierto es que no todos los detalles de esta profecía terminaron por ser falsos. Al final de cuentas, y en el sentido más literal, el internet es un lugar donde la información fluye sin prácticamente ningún límite que se interponga en su camino. Con excepción de algunos casos y tendencias recientes donde los mismos usuarios han fungido como reguladores, la web ha dado lugar a una forma de comunicación sin precedentes, más libre e ilimitada que nunca.

 

Sin embargo, continuando con las desilusiones, la libertad y la comunicación ilimitada tampoco han resultado ser lo que los jóvenes en Sillicon Valley pensaron en un inicio. El filósofo coreano-alemán Byun Chul Han opina que como sujetos neoliberales no podemos ser realmente libres porque ninguno de nuestros actos está libre de alguna finalidad. Ni nuestras relaciones, ni nuestros trabajos. Para él, esa “libertad total” a la que nuestras sociedades creen haber accedido de la mano del internet y la tecnología genera incluso más coacciones que la espada de un soberano o los límites de una norma. 


"Hoy creemos que no somos un sujeto sometido, sino un proyecto libre que constantemente se replantea y se reinventa. Este tránsito del sujeto al proyecto va acompañado de la sensación de libertad.[...] El sujeto del rendimiento, que se pretende libre, es en realidad un esclavo. Es un esclavo absoluto, en la medida en que sin amo alguno se explota a sí mismo de forma voluntaria. No tiene frente a sí un amo que lo obligue a trabajar." (Han, 2014)

A Slave to the Internet - The Independent | News Events ...

Han piensa que, más allá de que el internet funcione como un espacio abierto donde el dominio se divida entre los usuarios y nadie pueda imponerse sobre los demás, la libertad y comunicación ilimitadas han generado una nueva forma de poder, silenciosa pero mucho más efectiva que lo que antes concebíamos como poder.

 

Hasta ahora, la libertad del individuo había sido sometida por formas de violencia y poderío físico o, más recientemente en la historia, por normas, en ambos casos aplicadas por un soberano, aquel que ejercía el poder. Hoy, a raíz del internet, el control se aplica de formas menos tangibles y, por lo mismo, menos perceptibles. En ese juego oculto nosotros como usuarios validamos el poder y lo alimentamos con la entrega de nuestros datos en el desnudamiento voluntario que es, en esencia, nuestra actividad en la red.


Cambridge Analytica, Facebook, Big Data y la elección del 2016:

Los individuos de la era digital se “positivizan” en cosa, bajo la lógica del neoliberalismo en mercancía, que es cuantificable, mesurable y, por lo tanto, controlable. A través de toda la información que liberamos a diario con nuestra actividad digital, ha sido posible construir psicogramas que descifran la dinámica inherenete de nuestras sociedades y sirven para los intereses de quienes ostenta el poder o pretenden hacerlo.

 

Ahora se gobierna explotando la psique de los individuos, a través de los datos provistos por el Big Data. Con esta información es posible descifrar nuestros sentimientos, miedos o motivaciones, utilizarlos para intervenir en la psique y condicionarla, transformando nuestra información en “conocimiento de dominación”. 


Y hay pocas instancias históricas hasta ahora que sean más evidentes de esto que la elección del 2016 en Estados Unidos donde, contra todo pronóstico o estadística, Donald Trump venció en las elecciones presidenciales a Hillary Clinton. 


En el momento en el que se declaró a Donald Trump como el presidente número 45 de Estados Unidos la pregunta que estaba en la cabeza de todos era: ¿Cómo?, ¿Cómo pudo pasar esto? Y aunque no hay una sola respuesta a esta pregunta; la manipulación de datos en redes sociales es un factor muy importante a considerar. 


Ahora sabemos que la campaña de Trump le pagó 5.9 millones de dólares a Cambridge Analytica, una empresa dedicada a conseguir datos y utilizarlos para lo que sus clientes les pedían, en este caso; ganar una elección presidencial. Cambridge Analytica utilizó la red de datos de Facebook para explotar el algoritmo de la página y lanzar anuncios extremadamente dirigidos. Si eras una persona indecisa por quien votar, Cambridge Analytica lo sabía y te enviaba anuncios y pop-ups que hicieran que te inclinaras por Trump. Si odiabas a Hillary Clinton y estabas en desacuerdo con su historial político, Cambridge Analytica lo sabía y te ponía anuncios que no solo te dirigieran a Trump, anuncios increíblemente específicos de Clinton y que apelaban directamente a lo que no te gustaba de ella. 

Cambridge Analytica academic says he's a 'scapegoat' | Newshub

Cambridge Analytica se convirtió en una maquinaria propagandística enorme e increíblemente exitosa. Esto gracias a que tenían acceso a una de las redes de datos más grandes de la historia, Facebook. Facebook jugó un rol enorme en la victoria de Trump y fue el proveedor de toda la información que Cambridge Analytica necesitaba para ayudarle a conseguir la presidencia. A través de la enorme base de datos de Facebook puedes conocer prácticamente todo sobre cualquier persona que esté en su plataforma y si sabes utilizar esa información, tienes un arma cuyos usos y poder de destrucción aún no conocemos en su totalidad. 


Situación en México:

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Parecería que en México aún no hemos visto esta enorme capacidad de manipulación de los datos explotada en su totalidad. Y aunque es cierto que quizás no tenemos un caso tan extremo como las elecciones del 2016 en Estados Unidos o el Brexit en Inglaterra; definitivamente ya se utilizan estos sistemas y bases de datos para ganancia política.


Aquí en México ya se utilizan y se han utilizado los sistemas de bases de datos para impulsar campañas políticas desde hace unos años. Prácticamente todos los partidos políticos utilizan las redes sociales y sus algoritmos para empujar anuncios dirigidos específicamente a las personas que quieren que sean dirigidos. Todos hemos visto anuncios dirigidos de MORENA o el PRI en nuestras redes sociales y los anuncios que recibimos no nos llegan por arte de magia, se basa en el algoritmo y la base de datos de las redes. 


Tan es así que en 2020 Facebook anunció una serie de medidas que las campañas políticas deben seguir para poder publicar e impulsar sus anuncios en la plataforma. Medidas como poner claramente quien pagó el anuncio con la leyenda "Pagado por:", tener que pasar por un proceso de autorización y guardar todos estos anuncios en una "biblioteca de ads". Estas medidas ya han sido aplicadas a otros 190 países del mundo. 


Conclusión:

"Ganar unas elecciones mediante la manipulación del miedo o la sugerencia de que el otro no juega con las reglas puede tener unos costos elevados para toda la sociedad. La ganancia a corto plazo[...] es una pérdida para todos en el largo plazo, ya que disminuye un importante bien público: la confianza." (García, 2018)


Estamos en una importante encrucijada histórica en el manejo de datos en el internet. Las decisiones que se tomen sobre este tema el día de hoy impactaran a la sociedad completa por los siguientes años, quizás décadas. Ya vimos el impacto que puede tener la manipulación de datos, lo vimos hasta el extremo cuando un grupo atacó el Capitolio en Estados Unidos a principios de este año directamente amenazando la democracia en el país, lo vimos con el Brexit, lo vimos con el genocidio de Myanmar. 


Las redes sociales y las grandes bases de datos no se van a ir a ningún lado, pero depende de nosotros cómo sociedad decidir qué uso les damos y si terminaran siendo una herramienta de cambio positivo, o un arma de destrucción masiva. 


(Número de palabras: 1437)

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