Entendiendo el poder
No todos los mexicanos están en las redes sociales, sin embargo todos somos parte de una democracia. Uno existe con más libertad si forma parte de las redes sociales. O al menos eso es lo que nos hacen creer aquellos que tienen vasto conocimiento sobre el poder.
La competencia por el poder siempre ha existido, desde la antigüedad en la época de las cavernas. Mi abuelo solía decir: es la ley del más fuerte. En otras palabras, el poder del más fuerte. Hace más de una década comenzó el auge de las redes en (2009), o incluso se podría decir que fue desde el 2006 en el que Facebook comienza a estar en boca de todos. Sin embargo, es importante enfatizar que es un hecho muy reciente la llegada de “las redes sociales” no solo de “Facebook” o de “Twitter”. Antes, éstas eran únicamente individuos solitarios que intentaban capturar la atención de la gente. Conforme el tiempo fue pasando, cada una de ellas fue adquiriendo un poder que nadie se esperaba.
Más adelante se creó el concepto de: “las redes sociales”. Esto es importante mencionarlo porque estaremos hablando de poder a lo largo de esta entrada. Necesitamos entender primero cómo surge el poder en nuestras sociedades modernas. En el pasado, el poder se ejercía por medio de la violencia, o del miedo. Actualmente, los sistemas dictatoriales y represivos ya no forman parte de lo que nosotros ahora somos —después de tantos siglos de lucha para obtener derechos humanos—.
Sin embargo, surgió una nueva forma ingeniosa de obtener el poder. Ha ido evolucionando lo suficiente para que ni nos demos cuenta de que nuestra libertad está siendo oprimida. El mejor ejemplo que vemos hoy en día son las redes sociales. Si tú crees que tus pensamientos son tuyos, piénsatelo dos veces y revisa a las personas que sigues en tus redes, analiza detalladamente a quiénes escuchas en YouTube, a quiénes lees en Twitter o a quiénes ves en TikTok. Porque sin saberlo; tú estás siendo controlado para pensar de cierta forma. Por supuesto esto es más complejo de lo que se puede plantear aquí, pues el hecho de mencionar la palabra “control” implica que tú no seas libre realmente.
Primero analicemos a quién le das el poder sobre tus pensamientos, luego la forma en la que dicha persona ejerce control sobre ti, y finalmente cómo es que al final terminas pensando y replicando lo que aquella persona dice. Empecemos con la premisa de que el poder, en la actualidad, es invisible y libre. Es decir, te hace creer que tú has decidido algo por tu cuenta. Tal como lo dice Byung-Chul Han en su obra de Psicopolítica:
“Hoy el poder adquiere cada vez más una forma permisiva. En su permisividad, incluso en su amabilidad, depone su negatividad y se ofrece como libertad”
Tomando esta frase como base, lo más sencillo es empezar por lo que te gusta ver en internet. Piensa en algo que te gusta dentro de cierta red, ya sea Facebook, Twitter, YouTube, TikTok, Instagram, o la que uses. Una vez que identificas qué tipo de contenido te gusta, ahora puedes aplicar eso a la persona que más te gusta escuchar, ver o leer. Ya que tengas a tu youtuber o influencer favorito piensa en lo siguiente: Ella o él jamás violentan tu libertad para decidir en qué debes pensar. De hecho, ellos solo utilizan opiniones como argumentos. Pero lo importante aquí es que tú misma o mismo le das poder a lo que ellos dicen. Esto es así debido a una ley muy sencilla sobre la energía que el escritor Tony Robbins propone:
“Energy flows, where your attention goes”
Así de sencillo es esto, no tienes que ser sometido o manipulado de la forma clásica que conocemos para controlarte; ahora simplemente eres motivado a través de tus emociones, de tu personalidad y por tus gustos para que creas que lo que alguien dice que te gusta, te guste. Algunas personas en la etapa de enamoramiento han experimentado el poder de influir fácilmente en otra persona. Si no me crees, observa cuántas personas amaban y aman a Jesús, cuántas personas amaban o idolatraban a Obama. La nueva forma de control y de poder, es a través de conocer tus gustos y tus miedos y hoy en día esto lo logran con algoritmos. Una vez que las empresas conocen estas dos cosas sobre ti, comienzan a segmentar a las personas en grupos y es ahí donde nace el poder.
“Divide y vencerás”
—Julio César.
Despertando tu consciencia
Ahora que ya conoces lo básico, pasemos a algo más complejo. Retomemos a Byung-Chul Han. En la parte del texto en la que explica la biopolítica, propone que el poder ya no se manifiesta como el poder de la muerte (la ley del más fuerte), sino como el poder de disciplinar (la ley de la atención). Esto quiere decir que si tú logras controlar las emociones de las personas, tendrás el poder y control sobre ellas Esto fue lo que ocurrió en las elecciones de Estados Unidos en el 2016. El año en que Donald Trump le ganó a Hillary Clinton. No fue casualidad que la opción más absurda ganará aquel año. Por un lado, la victoria de Trump se debe a que su líder de campaña, Daniel Scavino Jr., sabía que el poder se encuentra en las emociones.
Fue por eso que él contrató a Cambridge Analytica, una nueva compañía encargada de obtener perfiles psicológicos de estados completos a través de las redes sociales. Para posteriormente gastarse más de 1 millón de dólares en publicidad falsa que llegara personalmente a las emociones de miles de ciudadanos estadounidenses.
De esa forma fue que Donald Trump tuvo gran ventaja en las las elecciones. Todo radica en brindarle a las personas la publicidad correcta a través de sus redes, para hacerlos creer lo que una persona con poder quiere que crean.
¿Qué ocurre en México? ¿Cómo le hacen los políticos para influir tanto en las personas para que voten por ellos? ¿Cómo le hace Andrés Manuel López Obrador para hacerle creer a un sector de la población que la pandemia está controlada? Samuel García, candidato a gobernador de Nuevo León, sabe utilizar muy bien todo este entramado. Por eso, en TikTok, él y su esposa, decidieron crear contenido. De esta forma, por mucho que aborrezcas sus “cómicas canciones” y no quieras votar por él, inevitablemente estará en tu boca. Y el hecho de que hables de él en tu próxima comida para burlarte, Samuel García obtiene justo lo que quiere: estar presente en el consciente colectivo —mente— de las personas.
Lo mismo ocurre con el presidente López Obrador y todos los memes que ves sobre el coronavirus y el sistema fatal de vacunación. Él quiere que los mexicanos creamos que todo el país está perfecto en tema de la vacunación y que todo va bien con el manejo de la pandemia. Él quiere que tú veas por las mañaneras cómo evade preguntas de periodistas con chistes y gráficas para darte en qué pensar. Él quiere tu atención y tu energía invertida en eso. Pues como dice Byung-Chul Han:
“La técnica de poder del régimen neoliberal. No se apodera directa-mente del individuo. Por el contrario, se ocupa de que el individuo actúe de tal modo que reproduzca por sí mismo el entramado de dominación que es interpretado por él como libertad”.
- #control
- #despierta
- #libertad
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