¿Quién no ha hecho
alguna locura por amor? Todos en algún momento de la vida nos hemos encontrado
haciendo locuras por estar con la persona que amamos. Y no es la excepción
cuando se trata de una historia romántica de película, tal como vemos en “Un Príncipe de Nueva York”. Sin embargo, no se trata solamente
de una chick-flick, sino de una historia donde vemos que un príncipe de
África (Zamunda) al no estar de acuerdo con las tradiciones familiares decide
ir a buscar a su mujer ideal a Estados Unidos. Al inicio de la película podemos
ver que el príncipe al cumplir los 21 años comienza a revelarse en contra de
las tradiciones que le han sido impuestas. Entre ellas un matrimonio arreglado.
El día que conoce a su prometida toma la decisión de ir a buscar a su amor
verdadero a Nueva York.
Vuela desde África
hasta el continente americano, junto con su sirviente que más que sirviente se
podría considerar su amigo, y llega a Queens, un distrito no muy prometedor de Nueva York donde deciden alojarse en
un departamento muy sencillo y hacerse pasar por dos estudiantes africanos sin
dinero. En este momento nos damos cuenta que haberse alejado de todas las
imposiciones de su familia lo hace sentir aliviado y relajado, así como vivir
en un lugar que no estuviera lleno de lujos, como acostumbraba. Vemos que la
adaptación que hace al estar viviendo en un nuevo lugar no es tan difícil para
él, ya que siempre estuvo buscando libertad. Tanto así que a pesar de que les
hayan robado su equipaje el príncipe sale a comprar ropa para verse como un
norteamericano promedio. Sin embargo, algo que no fue tan fácil para él fue
aprender las nuevas costumbres, por ejemplo, dónde ir a buscar a una “buena
chica” ya que después de varios intentos fallidos de encontrarla en algún bar
de Queens, un peluquero del barrio le recomienda ir a una reunión donde gente
afroamericana se juntaría para convivir. Es ahí donde conoce a su chica ideal,
Lisa.
Un choque cultural
El príncipe sacrifica
todas sus comodidades para poder adaptarse a este nuevo contexto cultural y
social. Decide no mencionar nunca que es príncipe, a nadie, ni siquiera a la
Lisa, de la chica que se enamora, y entrar a trabajar al restaurante del padre
de ella como ayudante de limpieza solamente para estar cerca de ella. Avanza la
historia y vemos cómo todos los sacrificios que hizo dieron resultados porque
por fin entabla una relación amorosa con la Lisa. Sin embargo, cuando la
familia del príncipe se entera que ha mantenido una relación amorosa con una
chica que no es de la realeza, desprecian la idea y el rey expresa que aquella
chica no está al nivel de su hijo, cuando el padre de la Lisa escucha eso se
enfurece y parecería que va a haber una pelea. Este momento es clave porque es
cuando vemos claramente este choque de pensamientos entre uno y el otro. Por un
lado, el rey piensa que estando fuera de su zona aún puede considerarse
superior a los demás, lo que no ve es que está en Nueva York, donde ni siquiera
lo conocen y le está faltando al respeto a una chica. Pareciera que es el
reflejo del ensayo de Samuel Huntington “The Clash of Civilizations?” donde
expresa que este choque de costumbres, ideologías, tradiciones, son lo que
dividen a la humanidad:
“The great divisions
among humankind and the dominating source of conflict will be cultural” (p. 22)
Y no solamente
dividen a la humanidad por cuestiones culturales, sino también por cómo
conciben las relaciones humanas. Mientras que en Nueva York las relaciones
amorosas pueden ser casi con cualquiera, en Zamunda las relaciones son obligatorias
que sean entre la realeza o con personas que son aceptadas dentro de la elite.
“Civilizations are
different from each other by history, laguage, culture, tradition and, most
important, religion. The people of different civilizations have different views
on the relationship between [...] husband and wife, as well as differing views
of the relative importance of rights and responsibilities, liberty and
authority, equality and hierarchy.” (p. 25)
Al final de la
película la familia real se da cuenta que su hijo es feliz con Lisa y que
además dejó a lado todo lo que conocía por estar con alguien con quien se
sintiera cómodo y estuviera enamorado, por lo que deciden aceptar esa relación.
De nuevo, menciono a Huntington y su ensayo donde menciona que el cambio de
identidad crea un cambio de las civilizaciones. Algo que nunca había pasado en
la familia real de Zamunda, se logró gracias al cambio que hizo el príncipe:
casarse con alguien que no es de la realeza y tampoco dentro de un matrimonio
arreglado.
“People can and do
redefine their identities and, as a result, the composition and boundaries of
civilization change” p. 24
Referencias:
Huntington, Samuel.
(1993) “The Clash Of Civilizations?”. Estados Unidos. Revista Foreign Affairs,
vol. 72. pp. 22, 24 y 25.
No comments:
Post a Comment