McPrince

McPrince

En este nuevo mundo, los mayores conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de distintas civilizaciones.

En los años noventa, Samuel P. Huntington hace clasificaciones para dividir el mundo en nueve civilizaciones: la occidental, la latinoamericana, la africana, la islamista, la china, la hinduista, la ortodoxa, la budista y la japonesa.

Considerando estas divisiones que hace Huntington, podemos ver que en la película Un Príncipe en Nueva York, hay un choque entre dos de estas civilizaciones. La primera es la occidental–estadounidense, un país que tiene predominancia capitalista. La segunda civilización es la africana–monárquica, un país ficticio llamado Zamunda, donde los rangos de realeza son sumamente importantes.

Para tal efecto, podemos situar a distintos personajes dentro de la película, pero los más importantes son: el príncipe Akeem, su amigo Semmi, Lisa McDowell y Cleo McDowell. El príncipe y su amigo, ambos pertenecientes a la realeza, se hacen pasar por trabajadores inmigrantes para poder conseguir empleo en la pequeña empresa restaurantera McDowell.

La cadena de restaurante pertenece al señor Cleo McDowell, el cual se ha esforzado por trabajar arduamente dentro de un esquema de sociedad consumista para poder llegar al nivel socio – económico que tiene.

En cuanto a la cultura africana, podemos ver que estos dos personajes (el príncipe y su amigo) pertenecen a la realeza por herencia y no por esfuerzo laboral. Estos personajes tienen que sacrificar totalmente su rango, renunciar a sus prácticas y a su nivel socioeconómico para no solo entender, sino vivir en una cultura occidental capitalista.

           

Se nota de manera exponencial que destacan factores como el empleo. El príncipe tiene que olvidar los protocolos de nobleza para entrar a la fuerza laboral como cualquier persona en una sociedad consumista. De lo contrario, si hubiese mantenido su nivel, nunca hubiera conocido la cultura americana. Si el príncipe Akeem no se adaptaba a este entorno occidental, lo más probable es que se hubiera desatado una guerra civilizatoria, que “no es inevitable, pero puede suceder”.

Vemos los matices entre estas civilizaciones cuando el dueño del restaurante se muestra siempre con aspiraciones para mantener a sus familias a flote, el señor McDowell se sentía muy orgulloso de lo que había logrado y de sus restaurantes, mientras que, para el príncipe y su compañero, era “normal” y “común” pertenecer a la realeza.

           

Mientras tanto en Zamunda…

Casi al final de la película, el rey de Zamunda decide viajar a Nueva York, y a diferencia de su hijo, se presenta con su rango de realeza, reforzando que es un rey muy importante, y tratando a los ciudadanos de Estados Unidos, como seres inferiores.

En la escena de la boda, Lisa McDowell le confiesa al príncipe que no quiere renunciar al rango de nobleza. De alguna forma podemos ver que la civilización que predomino fue la africana – monárquica.

Con todo lo anterior, estamos viendo de manera muy reducida pero muy ilustrativa, lo que en alguna parte de su obra refiere Huntington…

Para transitar de una civilización a otra, tienes que empezar de cero, dejando atrás y eliminando toda base.

De alguna manera, esto fue lo que hizo el príncipe, para entrar a la civilización occidental (estadounidense), tuvo que dejar todas sus costumbres atrás y empezar de cero. En este caso, no se puede encimar una cultura sobre la otra, sino más bien “renunciar” a una para entrar a otra.

Para Huntington estas dos culturas son de las más fuertes, y si bien es cierto, en ambas hay una estructura de poder. Al combinarse son antagónicas, porque hablamos de una monarquía mezclándose con una cultura capitalista.

Los conflictos entre grupos de distintas civilizaciones serán más frecuentes, más prolongados y violentos que los conflictos entre grupos de la misma civilización.

Referencias:

Huntington, S., 1993. The Clash of Civilizations?

Un Príncipe en Nueva York. 1988. [film] Directed by J. Landis.