Samuel Huntington fue un profesor politólogo en la Universidad de Harvard reconocido por sus aportaciones a las Ciencias Políticas y por su libro “El choque de civilizaciones” publicado en el año de 1996 el cual habla sobre nuevos actores políticos del siglo XXI: las civilizaciones.
A partir de esta obra se buscará analizar el choque entre las dos civilizaciones que presenta el filme estadounidense dirigido por John Landis titulado en su idioma original como Coming to America que, a grandes rasgos, relata las aventuras del príncipe de Zamunda -reino africano ficticio- al llegar al lejano país de Estados Unidos y aterrizar en Nueva York, un mundo completamente diferente al del príncipe.
Una civilización es una entidad cultural. Ciudades, regiones, grupos étnicos, nacionalidades, grupos religiosos, son entidades que tienen distintas culturas a diferentes niveles de heterogeneidad cultural.
Huntington comienza por definir lo que percibe como civilización haciendo uso de la palabra cultura y a partir de esto, el autor del libro sostiene su argumento en la idea de que la fuente principal de futuros conflictos dentro de este nuevo mundo no será meramente ideológica ni económica, sino que las grandes divisiones del género humano y la fuente predominante de conflicto van a estar fundamentadas en la diversidad de culturas.
Queens y Zamunda, cara y sol de la misma moneda
Eddie Murphy, quien interpreta el papel de Akeem se pregunta en dónde podrá encontrar a su futura esposa, una mujer con ideas propias que pueda desafiarlo intelectualmente y la respuesta evidente es “América”. Después de eso Semmi dice lo siguiente:
La tierra es muy grande y las posibilidades son infinitas, ¿A dónde iremos? ¿A Los Ángeles o a Nueva York?
Huntington relata que el mundo se divide en 7 u 8 civilizaciones muy marcadas: la europea, la cristiana ortodoxa, la chino-japonesa, la islámica, la hindú y la africana, la latinoamericana y la budista. Es bien sabido que Estados Unidos alberga una gran diversidad de culturas y en ese sentido tiene lógica la elección de este país y la reducción de estados por visitar a solo dos: Los Ángeles o Nueva York, ambos llenos de personas muy diferentes.
El argumento pierde fuerza cuando Akeem ordena ir a Queens pues, ese mundo externo que ansía conocer ha sido delimitado a una parte muy pequeña de lo que alberga culturalmente Nueva York. Totalmente diferente a lo que el príncipe busca cuando cambia completamente su estilo de vida privilegiado a uno “pobre” en Queens. Muy a su pesar sigue patrones culturales muy arraigados entre África, su contiene natal y Queens.
¿Cultura o estilo de vida?
Las interacciones entre pueblos y gentes de diferentes civilizaciones intensifican la conciencia de civilización de los individuos, y esta a su vez refuerza diferencias y animosidades que se remontan, o la gente cree que se remontan, a una lejana historia pasada.
En cuanto el príncipe llega a Nueva York notamos diferencias muy marcadas en aspectos básicos como la vestimenta, el trato con las personas y la cotidianidad. Akeem está acostumbrado a que los demás hagan todo por él, en las primeras escenas de la película se observa la forma en que cepillan sus dientes y tallan su cuerpo cuando se baña, después de eso él menciona su anhelo por ejecutar esas acciones por sí mismo y al llegar al nuevo mundo, su deseo comienza a hacerse realidad.
En la película se remarca más el estilo de vida al que el príncipe estaba acostumbrado que aquellas diferencias culturales. Adaptarse a Queen resultó fácil, porque en realidad Akeem tenía una construcción occidental muy marcada hasta en su ideología, pues el no creía que su esposa debía solo ser objeto de complacencia.
Hasta que la cultura los separe
Como era de esperarse en cualquier película de comedia romántica, el príncipe logró su cometido y se casó con Lisa, una mujer fuerte, independiente e inteligente. El filme tiene su final feliz, sin embargo, Huntington nos abre una puerta de análisis cuando dice que:
Los conflictos del futuro ocurrirán a lo largo de las fallas culturales que separan la civilización.
A pesar de que él no se refería a conflictos maritales, la frase encaja bien para reflexionar sobre el futuro de esa relación. Lisa y el príncipe son de civilizaciones diferentes y, a pesar del pensamiento occidental del príncipe, esto podría resultar en un conflicto proveniente de la cultura de cada quien.
Referencias
Huntington, S., 1993. The Clash of Civilizations?
Un Príncipe en Nueva York. 1988. [film] Directed by J. Landis.
✌🏽
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