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La odisea cinematográfica del estudiante principiante

"Filmmaking can give you everything, but at the same time, it can take everything from you." - Alejandro González Iñárritu....


"Filmmaking can give you everything, but at the same time, it can take everything from you."


Los que hacen (o quieren) hacer cine saben lo complicado que es el asunto. Los incontables preparativos durante la preproducción, la desbordante emoción pero el excesivo cansancio de la producción y el estrés de millones de horas frente a una computadora para la postproducción. El proceso no es fácil, el que cree que consta de poner una cámara y picarle play no sabe lo que le espera si en algún momento decidiera pisar un set. Con todo y la sangre y el sudor, para los apasionados un set es vida. Estar listos, correr cámara, audio, ¡ACCIÓN! No hay nada igual.



"La producción siempre es un estrés y una frustración horrible. Estás nerviosa todo el tiempo y no tienes ni tiempo de ver lo que se está grabando, estás en todo. Pero cuando ves el resultado en pantalla te das cuenta de cuanto te gusta hacerlo." - Fernanda Jaramillo, estudiante de la Ibero.


Siendo estudiantes aspirando a convertirnos en descentes cineastas la lucha es una constante. La odisea de crear una película se llena de baches y todo comienza en el mero principio:

1. Escribir un guión. Tienes la mejor idea del mundo. A nadie se le ha ocurrido jamás. La imaginas completa en tu mente. Te sientas frente a tu computadora y la hoja permanece en blanco. Finalmente, después de 25 inicios y 32 finales, escribes tu maravillosa historia. Todo funciona perfecto, es divertida, tu personaje está bien construido y todo tiene una razón de ser. Al día siguiente vuelves a leer tu guión y nada tiene sentido. La historia de repente esta llena de huecos, nada se entiende y el personaje es totalmente aburrido. Una y otra vez te dedicas a repensar la historia y cada que te imaginas que llego el mejor tratamiento, algo surge de nuevo.

2. La locación. Muchas veces los lugares que conseguimos son de amigos, del amigo del tío o nuestras propias casas. Es siendo estudiante donde uno se da cuenta de la importancia de las buenas y varias amistades. Un favorcito siempre le viene bien a una producción estudiantil. Tiramos sin permisos y sin preguntar y nos atenemos a las consecuencias de los humores de los vecinos. También tenemos la desafortunada característica de no poder exigir nada, si tenemos fiestas a un lado, un perro no se calla o los coches de la calle de enfrente no dejan de tocar el claxon nuestra solución es rezar, tirar y esperar ansiosamente a tener audios relativamente limpios. No podemos cerrar calles y andar callando perros, no tenemos la autoridad. 

3. Actores. Negociar con un actor sobre el presupuesto siempre comienza con la ya usada frase “somos una producción estudiantil, no tenemos dinero…”, podrá sonar avaricioso y arrogante de nuestra parte, pero en cierta medida es la verdad. Hacer cortos es un gasto extra que no siempre podemos costearnos a nuestras anchas. Casi siempre se llega a buenos acuerdos con actores profesionales, casi. Pero ni hablar de extras, conseguirlos es un calvario. Muchas veces tenemos que recurrir a la terrible decisión de usar a nuestros amigos de actores, que en palabras de nuestros sabios maestros de cine, le dan menos credibilidad a nuestro trabajo.

4. El audio. En mi experiencia como estudiante de cine estudiantil, siempre sucede algo trágico con el audio. Estamos hablando de cine, donde lo visual es lo que abarca la mayor parte de nuestros sentidos, sin embargo, el sonido es tan delicado, que muchas veces un mal audio puede tirar por completo la imagen. La delicadeza de captar sonidos, los micrófonos que salen a cuadro, las consolas que no siempre quieren funcionar (las Tascam, en específico) y las pilas, las benditas pilas. Es frecuente el error de no comprar las suficientes. Los actores están luciéndose, entregando lo mejor de sí mismos, todo está saliendo bien, tanto que al corte todos quieren aplaudir pero no falta el comentario que destroza la atmósfera… “se le acabó la pila a la Tascam”.

5. Rodando. Una vez en locación todo se tiene que solucionar enseguida. Ya estamos rodando y para beneficio del presupuesto y nuestro bien emocional, todo tiene que salir a la perfección. Pero, obviamente, los problemas ocurren y a veces por montón. Luces que se rompen, equipo que se olvida, tarjetas de memoria que se llenan, tiempo que se acaba. Recientemente estuve en un rodaje en el que todo salió mal. El primer día, por irresponsables, dejamos una luz en el suelo. Entre que nos movíamos de toma a toma y por accidente, alguien pisó la luz y está explotó. Nos lamentamos pero seguimos rodando, ya añadiremos la deuda a la cuenta. Pero no sabíamos que lo peor estaba por venir. Al día siguiente, en los camerinos de un teatro, pegamos luces en el techo. Estás se veían seguras y listas, igual allí estaríamos atentos ante cualquier imprevisto. No obstante, sin darnos cuenta, alguien cerró el camerino con seguro y no había llaves por ningún lado. Tuvimos que esperar alrededor de cuatro horas para que un cerrajero derrumbara la chapa. Para nuestra sorpresa, cuando la puerta se abrió, las luces ya estaban en el suelo, dos focos completamente muertos. En set siempre hay que esperar lo peor para saber solucionar las cosas al instante. La efectividad que nos hace desarrollar el cine es notable.



"Estar en set es demasiado emocionante. Sí es un trabajo pesado, pero yo me divierto mucho haciéndolo." - Jacobo Salame, director de fotografía de la foto expuesta arriba.


6. - Espérate… -¿Qué? - No manches. -¿¡Qué, Diego?! -No puede ser. Se borró todo. Postproducción. Panoramas como este han sucedido por montón. Al momento de la postproducción el cuidado que se debe tener es el mismo que se usa para una cirugía. Con pinzitas, lento, con mucho cuidado, protegiéndonos de todas las formas. Se deben guardar varias carpetas de los archivos, se debe dar save cada que hacemos edición, es importante saber que el trabajo no ha terminado después de terminar la producción. Los programas de nuestras computadoras no deben ser completamente confiables hay que tener cuidado con ellos, esa es una lección que nos llevamos todos los que hemos visto el temible circulito de arcoiris en Premiere Pro o Final Cut Pro. 

7. ¡Ah, son estudiantes! El estigma. Hay que mencionar este obstáculo, es probable que nos enfrentemos a personas que no nos toman en serio. Sí, estamos aprendiendo, rompemos luces y metemos tarjetas de memoria al revés, pero eso no significa que no lo hagamos en serio. Aún no lo sabemos todo, en cine se necesita práctica, experiencia, es necesario que nos sucedan varias de estas cosas para aprender de ellas. Pero vamos en serio, lo queremos y lo vamos a hacer bien.



"El que quiera hacer cine lo va hacer. Necesitas ser, neta, muy apasionado, porque si no te late lo suficiente lo vas a abandonar rápido. Es para gente bien intensa." - Sarah Achar, quién recién dirigió un corto de la Ibero.


Y no sólo es difícil para los estudiantes, hasta en Hollywood la tienen complicada. Grabar Jaws no fue sencillo en las propias palabras del genio Steven Spielberg, ya que el tiburón causó uno y mil problemas. Sin embargo, estos mismos problemas, y las soluciones que tuvieron durante la producción, le dieron un valor cinematográfico a esta gran película, hoy un clásico.

En México, el cine parece ir mucho mejor después de la terrible época que tuvo desde los setentas hasta finales de los noventas. En el año 2016 hubo número de producciones récord. Según El País, México produjo 162 cintas. Si bien la calidad aún puede mejorar, comienzan a destacar varios directores cuyas películas llegan mucho más lejos de lo que parecía posible. Los estudiantes tenemos una gran brecha de oportunidad a nuestro alcance, las escuelas parecen aumentar su calidad y su exigencia. México quiere más y mejores cineastas porque la creatividad y las ganas existen.

Por ahora es cosa de poner nuestro grano de arena. Aprender desde el lugar que ocupamos y dar todo de nosotros mismos. Es el momento de equivocarse, de romper lámparas (que de preferencia esta mejor no romperlas) y de esperar una hora entera para que la pila de la cámara esté lista. Allá afuera todo funciona muy distinto, los problemas y apuros son de mayor escala, por eso, los que nos tocan hoy como estudiantes son más que justos y necesarios. Estamos listos.



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