E-Scooters en la CDMX: ¿Falsas Alternativas?

La CDMX no necesita una alternativa para el peatón, sino para automovilista.

• México es la cuarta ciudad con más congestión vial a nivel mundial, según estudio del 2018
• Han habido múltiples accidentes relacionados con los scooters en la CDMX
• Actualmente el mercado de e-scooters en la Ciudad de México es compartido por tres marcas: Bird, Grin, y Lime

Hoy por hoy, el principal problema que uno como capitalino padece sea de dónde sea -dentro de la ciudad- es indudablemente la exagerada cantidad en tiempos de traslado. Somos muchos en tan poco espacio. Padeciendo todo tipo de contratiempos debido a una amalgama de factores provenientes de aquella explosión demográfica -que parece nunca terminar- más la mala planeación y falta de cultura transportista en México. Según Mark Matousek del Business Insider, en la Ciudad de México, durante el año pasado, se desperdiciaron 218 horas per capita a causa de congestion vial. Haciendo de la Ciudad de México la cuarta zona metropolitana con mayor tráfico en el mundo.

¿Es por eso que la llegada de los scooters fue tan bienvenida a nuestro país? Honestamente, de lejos se ve como una gran alternativa. Son relativamente estéticos, no ocupan mucho espacio, funcionan con tu smartphone, etc. Es algo novedoso -lo cuál nos fascina a los mexicanos- y que además replica modelos de negocios creados en San Francisco o Nueva York añadiendo de romanticismos al storytelling del producto.

No solo es innovador sino perpetua la narrativa -tan creciente- de las historias de éxito de los famosos startups. Vean el éxito que ha tenido Uber, WeWork, y Mobike en México. No obstante, qué tan benéfico ha sido en relación con lo perjudicial -y muy bajo del agua- para la cotidianidad capitalina. Para el 'hacer ciudad'. Para mejorar la calidad de vida de los defeños.

Ciertamente, la falta de regulación no ayuda para nada. Y el uso que le damos, y cómo se lo damos mucho menos. Reitero, si vemos más allá del producto en sí, este solo es un lucro de un modelo de startup que cómo todos los demás proyectos de emprendimiento, surgió en EEUU y dos años después llegó a México. Sin trabas ni regulaciones, y recibido con brazos abiertos.

Seamos realistas, es evidente es que los e-scooters no pueden coexistir bajo la idea de ser una alternativa del tráfico vehicular-quizá la problemática más grande de la ciudad- sino son una alternativa para el peatón y su viaje peatonal, que en sí no necesita una alternativa sino más gente que lo haga y más apoyo de infraestructura por parte del gobierno de la ciudad. No obstante, existe un medio que sí reemplaza al vehículo particular, que beneficia a aquel que lo conduce en materia de actividad física, y que además no añade ruido al ya ultra-contaminado panorama cosmopolita de la Ciudad de México: la bicicleta.

El principal problema radica en que otra vez estamos buscando soluciones que no generan una respuesta concreta y eficaz hacia cuestiones como el tráfico, la contaminación y la accesibilidad, pues muchas veces acaban siendo más contraproducentes. De acuerdo con un artículo publicado en Entrepreneur, por Ott Jõgi, los scooters a pesar de no usar combustibles fósiles, utilizan baterías de litio: “Aunque los e-scooters son mejores para el medio ambiente, la duración de la batería de litio en los e-scooters es bastante corta y debe reemplazarse cada 300 a 1000 cargas, según el proveedor de baterías…”.

Las flotas de e-scooter necesitan buenas condiciones climáticas y son muy susceptibles a los malos terrenos. Viéndolo concretamente, la CDMX no es, quizá, el mejor escenario para el uso de estos medios de transporte.

Además la carencia de educación y cultura, han hecho que estos famosos e-scooters vayan haciéndose de mala reputación debido a la cantidad de accidentes que han llegado a generar hace un poco menos de un mes un conductor del scooter fue atropellado en la colonia Roma por un automovilista. De hecho, las flotas de e-scooter necesitan buenas condiciones climáticas y son muy susceptibles a los malos terrenos; viéndolo concretamente, la CDMX no es quizá, el mejor escenario para el uso de estos medios de transporte. Sin duda alguna, hay un debate creciente, que de no ser tratado, puede resultar muy dañino para el "sano" desarrollo de la ciudad y nuestra capacidad para reflexionar sobre los cambios de esta misma.

(#635)

Fernando C. Cattori, Lucía, Vicky