Café, una experiencia que estimula más que los sentidos

Tomar café por todo y en todo momento se ha convertido en la excusa perfecta para adelantar chismes, ponerse al día con amigas y parejas e incluso para tener juntas relacionadas al trabajo. Lo que inició como una moda que probablemente sería pasajera se ha convertido en la orden del día.

Cada vez nos fijamos más en las certificaciones, el tipo de café, la calidad del mismo y basándonos en eso, elegimos nuestros lugares favoritos para consumirlo, aunque también tomamos en cuenta algunos otros factores, como el lugar en el que se encuentra y qué podemos hacer después de disfrutar de nuestra taza de café. 

Tal vez, es por eso que zonas como la colonia Roma, Condesa, Polanco y Del Valle han visto el nacimiento de múltiples y pequeños cafés “artesanales” ofreciendo opciones más allá de un Starbucks o un Cielito Querido a los consumidores más exigentes. Ahora, nos sentimos mucho más atraídos a los cafés nacionales y artesanales, que hagan alarde de una gran calidad y sobretodo, que formen parte del “comercio justo”.

Cambiando el consumo de café

Una buena taza de café va mucho más allá de la selección del grano y su nivel de tueste. Es cierto que el proceso de recolección es el inicio de una experiencia de intenso sabor. Sin embargo, otro elemento que enriquece a la bebida es su forma de preparación y es por ello que los llamados brew-bar coffee han cobrado popularidad en nuestra ciudad. Estas cafeterías de especialidad están enfocadas en ofrecer producto de alta calidad y que a su vez los clientes aprecien y valoren el proceso por el cual pasa el grano de café, desde su origen hasta que se les sirve. Además, estas marcas procuran el consumo de grano nacional, lo que impacta la economía mexicana y apoya a nuestros agricultores, convenciendo a los consumidores de que en México existe café exquisito, procedente de lugares como Oaxaca, Nayarit, Chiapas y Veracruz, capaz de competir a nivel internacional.

Ninguna taza es igual a otra

Si de originalidad se trata, y como si fuera poco todo lo que un café de especialidad implica, los baristas personalizan las bebidas de acuerdo a las necesidades y gustos de sabor de los comensales, quienes disfrutan de ser testigos de la preparación como si se tratase de un juego de alquimia. Con base en nuestra experiencia, tomando como parámetro la ubicación, el espacio, la experiencia de preparación del café y el servicio, a continuación recomendamos visitar los siguientes lugares.

• Almanegra Café → Colonia Narvarte: Este lugar es un imperdible para los amantes del café. Como cliente, la atención que se recibe así como las explicaciones que se hacen en torno a tu bebida elevarán tu forma de consumo a un nivel superior.
• Tierra Garat→ Roma Norte: Además de una cómoda ubicación, esta cafetería presenta otra ventaja frente a sus competidores: son productores de su propio café. Recomendamos visitar esta cafetería por las tardes y acompañar el café de un rico postre y un buen libro.
• Frëims → Colonia Condesa: Con el interés de crear memorias en torno al producto, este lugar brinda un espacio que promueve las expresiones artísticas, además de ser un punto de encuentro para la comunidad. Frëims invita a sus clientes a vivir la cultura emergente a través de exposiciones y eventos que se acompañan de una buena taza de café.

Así que ya lo sabes… la próxima vez que tengas antojo anímate a invertir en el consumo local y sorpréndete de a donde te puede llevar una “simple” taza de café.

Escrito por: María Paola Ramírez, Pau Perezalonso y Brenda Nava 

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