El espejismo del empoderamiento al Prosumer Digital

 ¡Empoderamiento al Prosumer Digital!

La corrupción al arte de vivir con libertad

¿El prosumer como entidad de cambio?

Cuando hablamos de la postmodernidad, hacemos referencia directa con los avances tecnológicos y la digitalidad. Nuestra persona deja de ser una entidad puramente corpórea para dividir su existencia en dos ámbitos que cada vez más simulan ser uno solo. Hablamos en este caso de los Prosumers en el entorno digital, definidos como individuos con la capacidad de ser simultáneamente productores de contenido, así como consumidores del mismo. El empoderamiento del Prosumer recae entonces en el argumento de independencia, debido a la carencia o eliminación de los intermediarios el cual promete una libertad extendida, en donde el individuo tiene la potestad de ser (al menos en teoría) partícipe directo en las decisiones de su entorno.

Las plataformas digitales nos han brindado la capacidad de coincidir y conectar con personas que se encuentran físicamente alejadas de nosotros. Si bien estas tecnologías nos han acompañado a lo largo del nuevo siglo, no fue hasta la pandemia por el COVID-19 que se masificaron y se volvieron un elemento fundamental en el desarrollo de nuestra vida. Aún así, estas tecnologías no solo trajeron beneficios, sino que sacaron a relucir algunos malestares sociales tales como el cansancio, la auto explotación y los problemas con la salud mental; todo derivado de las ideas de libertad impuestas por el neoliberalismo que exalta la “producción individual” para generar mayor capital.

Plataformas como Twitter, Facebook o TikTok permiten al ciudadano tener las herramientas para configurar, publicar y consecuentemente, reafirmar su libertad en formato de opinión a través de historias, retweets, memes o comentarios; es decir, relacionarse en un espacio que supone defender su “autonomía”. No obstante, desde una perspectiva contraria, la potestad de la persona termina por condicionar, ya que el Prosumer cree que se encuentra exento al engaño, cuando es la misma hiper individualización lo que genera aquello que Han determina como ‘auto explotación’ encaminada a consumir y producir constantemente en cualquier ámbito bajo la sombra de la Red. Al fin de cuentas, lo que haces en línea define paralelamente tu identidad y tus gustos, hasta ser la extensión misma de la persona.

Tu libertad a cambio del capital

La libertad es complicada de definir. Para Marx, la idea de libertad es tergiversada por el capital; la libre competencia (que se justifica como libertad), es únicamente una relación del capital consigo mismo. En otras palabras, mientras existe la libre competencia, el capital aumenta; por lo que la idea de libertad es en realidad su propia esclavitud, donde el capital logra reproducirse a expensas de la libertad personal. En la libre competencia no hay libertad del individuo, sino del capital y los sujetos que presuponen vivir en libertad, en realidad son esclavos; sujetos que se esclavizan a ellos mismos en busca de bienes.

Según Byung-Chul Han, “nos explotamos voluntaria y apasionadamente creyendo que es sinónimo de realización” y esto también lo saben aquellos que toman decisiones. Dentro de las narrativas actuales, y como se mencionó anteriormente, uno de los mayores problemas dentro de la sociedad actual es todo lo relacionado a la salud mental. Por lo que aquellas empresas que generan el capital o que gobiernan a las masas lo saben y buscan ‘acoplarse’ para ser parte de todo aquello que inquiete la estabilidad individual; claro, en búsqueda de generar aceptación y más capital o poder.

Conceptos como:

• Greenwashing o el purplewashing se entienden como acciones que toman ciertos sectores dedicados a imponer su ideología para lograr neutralizar situaciones que inquietan a la sociedad y así obtener apoyo de estas. 

Se busca apoyar en temas de coyuntura para lograr un comportamiento específico en la sociedad; el problema es que las sociedades aceptan estas acciones pues creen que ellos también pueden aportar en el desarrollo de estos males. Volvemos al prosumer, que sigue entendiéndose cómo sujeto con voz y con amplia libertad de apoyar o apartarse de su realidad. 

“Lo que nos agota no es una coerción externa, sino el imperativo interior de tener que rendir cada vez más.” (Han, 2021)."

Fuente: BBC 2021
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-59186975

Siempre... lo político

En la esfera política, Han hace referencia lineal a lo anterior con respecto al Big Data y la psicopolítica afirmando que “El Big Data permite hacer pronósticos sobre el comportamiento humano. De este modo, el futuro se convierte en predictible y controlable … La persona misma se positiviza en cosa, que es cuantificable, mensurable y controlable.” (Han, 2014, pág. 26) Los algoritmos y las burbujas de filtros que se generan sirven en función de lo consumible, de la hiperactividad y del rendimiento, pero sobretodo en donde el poder hace uso del panóptico (Foucault) digital con la eficiencia de las emociones y el sentimiento visceral. Pues generar un meme, por ejemplo, es un acto gravemente influenciado por la pasión “El régimen neoliberal presupone las emociones como recursos para incrementar la productividad y el rendimiento” (Han, 2014, pág. 71)

Si bien la interactividad que se ha logrado con las plataformas digitales ha permitido que las sociedades se conviertan en sujetos capaces de consumir y producir contenido (prosumers); la idea de libertad que se le infiere falla dado las necesidades intrínsecas del capital. En este sentido, no solo interactuamos dentro de una falsa realidad que presupone la libertad personal, sino que nos encontramos en un constante cabildeo donde se nos enseña que entre más se produzca, mayor será la recompensa. Así, nos auto esclavizamos en la producción de contenido, pensando que es una decisión propia pero que solo atiende a los intereses de un sector aún más grande. 
 
Del mismo modo, nuestro comportamiento es medible y las personas que pertenecen al régimen lo moldean en pro de sus intereses. En un contexto donde la salud mental de las personas es imprescindible y uno de los dolores más grandes para la sociedad, estas industrias lo utilizan a su favor para seguir controlando lo que sentimos, a partir de narrativas que nos invitan a generar nuevos discursos que aprueben comportamientos y repliquen los miedos de las masas en favor del capital de unos cuantos, siempre atomizando al sujeto, haciéndole creer que tiene libertad en tanto lo que es, como en lo que piensa.

Referencias

Han, B. C. (2014). En el enjambre. Barcelona: Herder.

Han, B. C. (2014). Psicopolítica: Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Barcelona: Herder.

             Han, B. C. (2021). Teletrabajo, 'zoom' y depresión. Herder.

#1023 palabras

Saúl Sánchez, Mariana Iglesias y Sara Belén