- ¿Qué hubiera pensado Ikram Antaki sobre la migración que hemos vivido en este siglo al mundo digital?
- ¿Creería que la democracia por fin logró encontrar un espacio en donde ejercer o, al contrario, creería que la sociedad está más perdida que nunca?
- ¿Hasta dónde llega la libertad de expresión?
Ikram Antaki fue una antropóloga siria-mexicana que dedicó buena parte de su carrera profesional a hacer un análisis de los medios y la democracia. Estaba de acuerdo con muchos pensadores de la Antigua Grecia con su desaprobación hacia la democracia moderna, pues no lo veían en absoluto como una forma de gobierno que funcionara. Los intelectuales de hoy están seguros que ésta es la mejor forma de gobierno conocida e imaginable.
William Wordsworth, poeta inglés que vivió durante el siglo XVIII, mencionaba que era raro encontrar a alguien que hablara en buenos términos de la democracia. Decía que “si bien (una persona) ignorante y poco pulida era un desastre en sí, (muchas personas) ignorantes y poco pulidas puestas juntas a hablar y a actuar serían una verdadera catástrofe. Ésa es la idea central de quienes no apoyan la democracia.
La democracia es, en realidad, muy reciente, y ha sido muy aceptada por todos y todas por su premisa: todas las personas son iguales. Y la democracia de opinión nació dentro de la era tecnológica. Todo es muy nuevo para nosotros y parece ser que no sabemos muy bien cómo manejarla ni vivir dentro de ella.
“Los medios eran, originalmente, un contrapoder; hoy, se están transformando en poder. Acaso vamos a pasar de la tan anhelada democracia a una mediocracia?” Antaki, poco antes de fallecer, analizó la influencia de los medios en las sociedades modernas. Con la migración de los medios tradicionales a plataformas digitales y el nacimiento de nuevas formas de relacionarnos como lo son las redes sociales, podemos responder la pregunta de la antropóloga: un apabullante sí.
Lugares como Twitter, Facebook, Instagram, YouTube, y más, se han convertido en plataformas de opinión, en donde cualquier persona con acceso a Internet pueda expresar sus ideas. Pero no se ha alejado mucho a los medios tradicionales: donde en la televisión y la radio teníamos a los locutores que tomaron el lugar de los dirigentes políticos y los pensadores profesionales, también están las personas que se han convertido en influencers, pues un gran número de personas siguen su contenido.
Nos hemos dado cuenta que, gracias a las nuevas tecnologías implementadas en los medios como los algoritmos, sí, hay una polarización de ideas, pero esto quiere decir que cada lado de los polos tienen creencias fuertemente cimentadas. Se van apoyando y alimentando las ideas los unos de los otros, lo que explica que se hayan formado varios movimientos sociales a partir del Internet. Sin embargo, el filósofo romano Séneca, no veía de tan buena manera esto, pues escribió que “tal es la opinión de la mayoría… por eso mismo es la peor de todas. La aprobación de la multitud es el indicio de que la cosa es mala. El vulgo (es) el peor intérprete de la verdad.”
Lenguaje incluyente, transgénero y Elliot Page
En los últimos años nos hemos dado cuenta que la inclusión es un tema que nos compete a todos y que debemos de respetar. Sin embargo, hay muchas personas que lo toman como chiste o realmente no se dan cuenta de lo importante que es para las personas ser reconocidos como ellos se sienten, no sólo físicamente, sino también emocional y mentalmente.
El lenguaje inclusivo ha dado mucho de qué hablar en todo el mundo y diferentes campañas, promocionales, personajes y personas importantes en el medio se han caracterizado por romper muchos de los tabúes que hay alrededor del rechazo y censura hacia diferentes preferencias.
Hace unos días la estrella de la película Juno dió a conocer en sus redes sociales que se identifica como una persona transgénero y que desea que se refieran a su persona con los pronombre el y que realmente se siente feliz de poder compartir con el mundo la importancia de ser aceptado como el se siente desde hace algunos años.
Es realmente interesante como aun en el siglo XXI, muchas personas sigan haciendo comentarios de odio al no respetar el deseo de los demás. Es por ello que nació el lenguaje incluyente, donde se utilizan las “x” o las “e” para ser plural y no deducir el género o preferencia de los demás. Aunque incluso la RAE se ha pronunciado en contra de este lenguaje, lo que se ha logrado con él va más allá, ahora las personas pueden tener expresiones hacía sí mismos como elle, les, le sin miedo a ser juzgados y autoproclamandose no-binarios (las cosas ya no son solo negras o blancas, existen muchas variedades de grises)
El caso de Rebecca vs Héctor
Las personas transgenero no son las únicas que sufren del linchameiento social y son víctimas de la mediocracia. Ahora cualquier persona puede ser excluida o acosada, por expresar sus opiniones. Recientemente en un grupo de la comunidad de la Universidad Iberoamericana campus Santa Fe, se ha dado un caso grave de bullying hacia Rebeca una chica que comentó un post en facebook.
En el post Hector pregunto “¿Qué pasa si repruebo una materia?” a lo que ella respondió “¿Quién reprueba una materia?”. Sólo este comentario desató la crítica de casi 10,000 personas pertenecientes a este grupo. El problema se hizo más grande cuando después de muchos memes y burlas, ella respondió de forma desesperada, amenazando de muerte a otra compañera.
Esto le costó una serie de mensajes de odio en sus redes sociales e incluso una denuncia dentro de la universidad, han pasado dos semanas desde que se hizo ese post y aun no para el morbo en torno a este caso. Ella no debió amenazar a alguien de muerte, sin embargo internet no da tregua, la empatía quedó en el pasado. Existe el hashtag #todossomoshector, pero ¿Qué hay de Rebeca?
En los últimos días ha subido stories en los que cuenta lo difícil que ha sido su vida, cómo ha sido insultada y explicando qué la llevó a hacer este comentario. Deberiamos poder reconocer donde estan los limites y dónde debemos parar, ella dice que la han inducido al suicidio y esto género más críticas. En la actualidad se presume de la libertad de expresión, pero si alguien decide cambiar de sexo, expresa su sexualidad o hace un simple comentario, el vulgo los sepulta.
Heródoto lo sintetizo hace siglos en una frase:
“Escapar a la insolencia de un tirano, para caer en la de una masa desenfrenada es intolerable. El tirano hace las cosas a sabiendas de lo que hace; la masa ni siquiera se da cuenta”.
Por: Daniela Domínguez, Sandra Sotelo y Grisell Téllez
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